EscucharSan José (Redacción). Una supuesta red de coyotaje quedó al descubierto la noche de ayer martes en Pital, después de que la policía detuviera a dos sujetos, quienes trasladaban a 14 indocumentados nicaragüenses.
El operativo se desarrolló entre las 3 y las 6 p.m. en Boca Tapada de Pital, cerca de la frontera con Nicaragua después de que el Grupo de Apoyo Operacional de la Fuerza Pública conociera del trasiego ilegal de personas.
Según fuentes policiales, los nicaragüenses tenían tres días de caminar desde El Rama, Nicaragua, hasta un punto cerca de la frontera donde posteriormente una lancha los trasladó a suelo tico.
Y es que todos los martes y viernes, una lancha que zarpa desde el puerto de San Carlos de Nicaragua, traslada no menos de 100 personas, quienes en su mayoría viajan de manera indocumentada e ingresan a Costa Rica por puntos “ciegos” o no habilitados donde hay muy poca presencia policial.
Tras percatarse del traslado de indocumentados en dos distintos vehículos, la policía activó el retén, logrando realizar la detención de los sujetos.
Los dos hombres detenidos acusados del delito de coyotaje fueron identificados como de apellidos Salas y Espinoza, vecinos de Pital y Ciudad Quesada.
Los nicaragüenses indocumentados indicaron que viven gran desempleo en su país por lo que buscan labores como la zafra de caña o naranja en Costa Rica para poder salir adelante.
Pablo López es uno de ellos, él narró las motivaciones que tuvo para migrar a Costa Rica e incluso confirmó el pago que hicieron a los coyotes.
Según información policial, los coyotes habrían cobrado entre ¢10.000 y ¢20.000 al grupo de 14 indocumentados, quienes tenían como destinos las comunidades de Pérez Zeledón, en la zona sur, además de Pital, Río Curto de Grecia y Naranjo.
Humberto Palacios es otro de los nicaragüenses indocumentados detenido, él aseguró que para realizar el viaje deben de caminar muchas horas y pasar hambre y frío, pero desmintió haber pagado por el viaje que realizaron.
Wilfredo Oporta, nicaragüense detenido por viajar sin documentos, aseguró que él regresaba a Costa Rica y pretendía llegar hasta Pérez Zeledón a laborar a una finca donde ya lo había hecho antes y confirmó que también pagó a los supuestos coyotes.
El Grupo de Apoyo Operacional de la Fuerza Pública conocido como GAO, se mostró complacido con la labor policial y aseguraron que continuarán con los operativos en zonas fronterizas para impedir el tráfico ilegal de personas, armas drogas, madera y dinero.
Tanto los indocumentados como los coyotes quedaron a las órdenes de la fiscalía de Ciudad Quesada.
De ser encontrados culpables, los sospechosos podrían ir a la cárcel ya que la nueva ley migratoria castiga entre dos y seis años de prisión a quienes se dediquen al coyotaje de personas.
