La decisión se adoptó porque la actividad lluviosa seguirá con fuertes aguaceros durante las tardes y en la actualidad una buena parte del territorio nacional presenta suelos saturados, deslizamientos en diferentes zonas y problemas de inundación, dada la limitada capacidad de cauces de ríos, quebradas e infraestructura pluvial.
La alerta permite a la estructura de primera respuesta mantenerse activa y dar seguimiento a todos los fenómenos que impactan en cualquier sector del país para responder a tiempo.
La CNE, en un boletín de prensa, informó que los cantones en alerta verde son los mismos que fueron afectados durante las últimas tres semanas por varios sistemas de baja presión, que obligaron a movilizar a unas mil personas hacia albergues temporales o casas de familiares.
Para la entidad, además del aumento en las lluvias, creció la población urbana, mientras que la tasa de mantenimiento y crecimiento de la infraestructura pluvial se mantuvo igual, lo que está provocando recurrentes incidentes.
Según la CNE, en el país se generó una rápida expansión de la frontera urbana, sin que la expansión responda a una planificación ordenada y congruente con las características biofísicas y climáticas del territorio costarricense.