La Policía investiga la muerte de un botero, de quien en principio creyó había fallecido ahogado.
Sin embargo, durante el levantamiento del cadáver de Catalino Acuña Rocha, de 56 años, las autoridades encontraron un fuerte golpe en la cabeza, al parecer causado por un objeto pesado.
La aparente víctima estaba desaparecida desde el jueves. Un día más tarde, una embarcación del Hotel Pachira dio con el cuerpo del vecino de Tortuguero.
Acuña anunció el jueves a sus allegados que saldría a comprar un diario, pero nunca regresó.
El hallazgo se dio en un pequeño poblado, a 1,5 kilómetros del pueblo de Barra del Tortuguero.
Abisail Quirós, amigo de la víctima, explicó que el botero Acuña no falleció ahogado.
“En un principio se creía que la lancha se había volcado, pero el bote apareció ayer (viernes) en la mañana, (atracado) en la margen derecha del río. Dentro tenía las bolsas de las compras
“Tengo 27 años de ser voluntario de la Cruz Roja y el trauma que presenta el señor en la cabeza nunca pudo ser de una persona que falleció por inmersión”, señaló.
Acuña vivía desde hace 25 años con su compañera en una casita donde se ganaba la vida con el trasporte de pequeñas cargas.
Roy Camacho, oficial de Policía, explicó que una embarcación de un hotel dio el aviso del hallazgo del cuerpo del comerciante.
El OIJ movilizó el cadáver por el río durante más de una hora hasta La Suerte, en Pococí.
Allí era esperado por otros grupo de oficiales, que lo recibieron pasadas las 8:30 de la noche para remitirlo a la Medicatura Forense, en San Joaquín de Flores, Heredia.