La pistola calibre 380 con la cual mataron a un colegial el martes en San Juan de Santa Bárbara, Heredia, fue robada el 17 de abril del 2008 en la noche a una empresa de seguridad privada.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) confirmó ayer que, efectivamente, se trata de la misma arma con la que fue asesinado Alexánder Chavarría Sandí.
El robo ocurrió en una caseta de vigilancia que funcionaba en El Alto, Guadalupe, Goicoechea, San José, indicó ayer el empresario Numas Julio Rocha Leiva, propietario de la compañía Servicios de Vigilancia 380 S.A.
Según dijo, acudió un día después del hecho al OIJ a presentar la denuncia.
Sin embargo, nunca le informaron nada acerca del estado o el avance de las pesquisas.
Rocha precisó que se trata de una pistola marca Bryco, modelo Jennings, T380, que puede cargar hasta 12 proyectiles.
La tenía registrada en la Dirección de Armas y Explosivos del Ministerio de Seguridad Pública, como ordena la ley. “Somos muy responsables, tenemos todo en orden”, aseveró el empresario.
Rocha manifestó estar consternado por la muerte del estudiante y envió un mensaje de solidaridad a la familia .
“Uno jamás quiere que estas cosas sucedan, es doloroso y les pido a las autoridades que investiguen a fondo para que den con los responsables y los castiguen”.
El adolescente, de 14 años, falleció la tarde del martes en la Sección de Emergencias del Hospital San Vicente de Paúl, sito en la ciudad de Heredia.
Poco antes fue herido cuando se dirigía hacia su casa en San Juan de Santa Bárbara.
El autor del disparo fue identificado solo como de apellido Arrieta, de 34 años, quien se entregó posteriormente a la Fuerza Pública.
Las autoridades creen que el hombre estaba manipulando la pistola en media calle sin cerciorarse de que tenía una bala en el disparador. Lo que la Policía no tenía ayer claro es si el colegial estaba conversando con Arrieta en el momento del balazo o si se encontraba a varios metros de distancia.
Chavarría cursaba sétimo año y quería estudiar la carrera de Arquitectura.
Enfrenta una acusación por homicidio simple, que el Código Penal castiga con una pena entre 12 y 18 años de prisión.
Se comete cuando hay dolo; es decir, la persona que ejecuta el acto tenía intención de matar.
Se informó de que Arrieta no cuenta con antecedentes penales. Está casado y es padre de un niño de cinco años.
El acusado es propietario de un cuadraciclo, varios camiones, maquinaria pesada y otros vehículos. Por ejemplo, aparecen a su nombre un camión John Deere, modelo 2001, valorado en ¢19,6 millones, y un todoterreno, Toyota Four Runner, que cuesta ¢7,8 millones, según su declaración en el Ministerio de Hacienda .