En octubre del 2007, la Auditoría Interna del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) advirtió, en un escrito al entonces director Mauricio Boraschi, la inconveniencia de que Quirós, en su calidad de director general adjunto, tuviera como recargo la jefatura de la Unidad de Análisis Financiero.
“De lo anterior se deduce la necesitad de que se evalúen las situaciones señaladas en este oficio, relativo a las funciones que tienen ambos puestos dada su complejidad y trascendencia para que sean asumidas paralelamente por una misma persona”, advirtió la Auditoría.
Ese departamento hizo hincapié en la necesidad de licenciatura en carreras atinentes al puesto y en la incorporación al respectivo colegio profesional como requisitos para ese cargo, según le detalló a Boraschi (en la actualidad Comisionado Nacional Antidrogas).
Entre las tareas del director de la Unidad de Análisis Financiero (renombrada luego Unidad de Inteligencia Financiera), destacan: “Planear, dirigir y organizar actividades profesionales del más alto grado de dificultad orientadas a la elaboración de políticas, planes y estrategias nacionales para el desarrollo de programas y acciones por tomar para la prevención del consumo de drogas, la legitimación de capitales y actividades conexas ”.
Quirós tuvo a su cargo un equipo de 12 funcionarios, informó Carlos Alvarado, el actual director del ICD.
Sensible. El comisionado Boraschi reconoció que Quirós tuvo acceso a información delicada sobre legitimación.
“La Unidad de Análisis Financiero, así como el puesto de jefatura de dicha unidad, juegan un papel trascendental en la fiscalización y supervisión de todas las instituciones sometidas a delitos tipificados en la ley 8204, el cual deberá poner en conocimiento del Ministerio Público la información recibida de las instituciones financieras”, detalló la Auditoría.