En lo que va del año, 339 víctimas de robos y fraudes con tarjetas bancarias han aplicado el seguro del Instituto Nacional de Seguros (INS) para recuperar su dinero.
Laura Castillo, del Departamento de Investigación y Desarrollo del INS, señaló que las pólizas cubren entre el 90% y 100% de la pérdida.
En el caso de que la tarjeta haya sido robada o extraviada, cubre las compras de bienes y servicios que hayan realizado en forma fraudulenta durante los tres días anteriores al bloqueo de la tarjeta.
Si fue un fraude cometido con la tarjeta de crédito, en el que se utilizaron el nombre del asegurado y su número de tarjeta, se cubre un periodo máximo de 30 días anteriores a la fecha del bloqueo.
¿Cómo se clona? Los delincuentes crean, a partir de la información robada, una nueva tarjeta mediante el proceso de clonación.
¿Cómo obtienen los datos de la tarjeta? Según el OIJ, en locales comerciales hay mafiosos infiltrados que, además de pasar la tarjeta por el datáfono original, la pasan por un pequeño lector llamado skimmer , que copia o escanea todos los datos de la banda magnética.
Este proceso dura menos de cinco segundos, y el cliente, por lo general, no se da cuenta.
Del skimmer se descarga un archivo comprimido que contiene los datos de las tarjetas a un software especial; luego, se implanta en cualquier plástico que tenga banda magnética.
Otro modo de operar estos grupos es mediante la colocación de dispositivos muy similares a los originales del cajero automático, donde instalan un lector en la ranura para introducir la tarjeta, además de una microcámara para grabar el pin.
Carlos Astorga, gerente de Seguridad del Banco de Costa Rica, recomienda a los usuarios que no pierdan de vista la tarjeta al pagar, que utilicen cajeros automáticos conocidos, que revisen que no haya dispositivos extraños en el cajero, que no compartan el pin y que lo cubran al digitarlo.