El colegio internacional Marian Baker School (MBS), de habla inglesa, enriquece su programa de aprendizaje experiencial con énfasis en la educación práctica de sus estudiantes.
La institución refuerza el trabajo en equipo, la resolución de problemas y el fortalecimiento de habilidades de liderazgo entre sus estudiantes. Para ello organiza excursiones anuales en cada nivel.
Fuera del aula. “Reconocemos que nuestros educandos son capaces de absorber y aprender significativamente al estar involucrados en experiencias reales”, precisa Gloria Doll, directora general de MBS.
Agrega que el semestre pasado se lanzaron dos ideas al sumergir a los jóvenes en actividades fuera del aula para enriquecer sus conocimientos y desarrollar un sentido de empoderamiento para el cambio.
Precisamente, la primera travesía estudiantil, de tres días, se inició en Santa María de Dota y finalizó en la Reserva Los Campesinos en Quebrada Arroyo, en abril.
Durante 40 kilómetros de recorrido, los jóvenes enfrentaron varios desafíos mentales y físicos.
“Fue una de las cosas más difíciles que he hecho en mi vida, pero también una de las más valiosas”, manifiesta Gracey Vaughn, que cursa el duodécimo grado en el centro educativo.
La institución impulsa que la población, desde preescolar hasta duodécimo grado, trabaje en una iniciativa de alcance comunitario que implica investigación y participación directa durante todo el año escolar.
También realiza la Expo de Impacto en el Día de la Tierra, donde los jóvenes exponen sus aprendizajes y conclusiones.
Al final, su meta es clara: la reflexión continua y el análisis de experiencias vivenciales.
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