¿Le duele la cabeza? Tenga sexo. ¿Anda de mal humor? Tenga sexo. ¿Está cansado de esos kilos extra? Tenga sexo. ¿No sabe cómo deshacerse de la celulitis? Tenga sexo. ¿Quiere prevenir el cáncer? Tenga sexo.
¡Sexo, SExo, SEXo, SEXO!... la mejor y más entretenida medicina para los males más cotidianos.
En la dosis apropiada, bajo condiciones adecuadas y tomando las precauciones necesarias, el sexo puede ser su mejor aliado para combatir y prevenir diversos males.
Las relaciones coitales, además de todo el goce que pueden provocarles a quienes las practiquen, generan una serie de beneficios emocionales y fisiológicos, los cuales se derivan, principalmente, del incremento de la secreción de endorfinas y del aumento de los niveles de serotonina.
Conocidas como las “hormonas de la felicidad”, las endorfinas son las responsables de las sensaciones de satisfacción en el cuerpo humano: combaten el malestar y disminuyen la sensación de dolor.
La serotonina es un neurotransmisor que se encuentra en varias regiones del sistema nervioso central y, entre sus funciones –se puede decir–, está la de regular los estados de ánimo. Un buen nivel se serotonina genera bienestar, relajación, mayor autoestima y concentración.
Felicia Arguedas Olsen, sexóloga e investigadora de la Universidad de Costa Rica, explica que esto hace que las personas estén de mejor humor; controlen el estrés y las preocupaciones; y, como consecuencia de ello, disminuyan la posibilidad de padecer depresiones y otros males.
Además, científicamente se ha comprobado que tener descargas de endorfinas, así como de estrógenos y andrógenos (hormonas vinculadas al sexo), gracias a una buena vida sexual, provoca una mayor producción de anticuerpos capaces de combatir a virus y bacterias.
Contra el cáncer
¡Y eso no es todo! Los hombres que eyaculan más de cuatro veces a la semana reducen su riesgo de padecer cáncer de próstata.
El urólogo Ferrando Solórzano Zapata detalló que lo anterior obedece a que las personas requieren estar expulsando fluidos prostáticos y que la eyaculación es una manera idónea para hacerlo.
“Hay un gran beneficio. Si esos líquidos no se evacúan, se acumulan en la glándula y pueden ocasionar serios problemas”, detalló.
Pero esto no es una licencia para que los hombres anden teniendo sexo sin restricciones. La recomendación –desde un enfoque de salud– es practicar el acto sexual de forma responsable, ojalá dentro de una relación de pareja estable, pues la infidelidad es un disparador del cáncer de próstata. Lo anterior, debido a que, al tener varias compañeras, se eleva el riesgo de contraer infecciones.
Las mujeres también pueden echar mano del sexo como una forma de prevenir el cáncer. El ginecólogo Walbin Sánchez resaltó que el aumento de los niveles de oxitocina producidos durante el orgasmo les permite bajar la probabilidad de sufrir cáncer de mama.
El especialista añadió a la lista de virtudes del sexo, el hecho de que a las mujeres les ayuda a regular su ciclo mestrual y que el aumento de los estrógenos fortalece los huesos. De igual forma, la testosterona en los hombres mejora la masa muscular y previene la osteoporosis.
Sumemos ahora los beneficios estéticos: durante una relación sexual, se queman entre 100 y 200 calorías, lo que equivale a una caminata de 20 minutos; y la misma producción de hormonas hace que el cabello luzca más brillante. El sexo sirve también para combatir la celulitis, ya que mejora la circulación sanguínea, lo cual facilita la eliminación de toxinas y de líquido.
Respeto y afecto
La sexóloga Arguedas subrayó que todos estos beneficios dependen de que las relaciones sexuales se desarrollen en un contexto de respeto y afecto, en donde los involucrados estén lejos de presiones y de dudas.
“Tal vez lo más importante es la entrega emocional, el sentirse amado, el compromiso, la seguridad. Esto va mucho más allá del aspecto físico”, recalcó la experta, quien además mencionó la buena comunicación como la clave para gozar de buen sexo.
Sin embargo, si usted, por diversos motivos no tiene sexo, no debe preocuparse, pues la falta de una vida sexual activa no genera ninguna repercusión en su salud. Más aún: muchas de las virtudes vinculadas a la actividad sexual se pueden lograr por otros medios, por ejemplo, con el deporte, comiendo chocolate o gracias a las buenas relaciones sociales (amistad y compañerismo).
Lo que sí resulta alarmante es practicar sexo solo por cumplir con un requisito o por presión social. En tal caso, Arguedas enfatizó que es mejor no tener sexo del todo.
“Si la relación sexual se da sin el entusiasmo y el cariño requeridos, o si media la violencia o la manipulación, más bien habrá daños físicos y emocionales que pueden marcar permanentemente a las personas”, sentenció.
A final de cuentas el sexo, como cualquier otra medicina, debe saber administrarse y tomarse con mucha responsabilidad. Pero, eso sí, a diferencia de las aspirinas, los jarabes y las vacunas, tiene, necesariamente, que disfrutarse.