Revista Dominical

Los heterosexuales no están a salvo

Hay quienes ven el VIH como una amenaza ajena, como un riesgo muy, muy lejano; “¡que se preocupen los ‘playos’ y las ‘putas’!”, proclama un discurso tan común como discriminatorio. Pero la realidad es otra. Estas son las historias de cuatro personas a quienes la noticia de que tenían el virus las dejó estupefactas.

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José ha hecho la retrospectiva mil veces en los últimos 11 años. Ha buscado en su memoria a sus compañeras sexuales y a cada una la tiene grabada, mas no se imagina cuál pudo haber sido la que le transmitió el virus. “Al tiempo comprendí que no se trataba de buscar culpables… Uno tiene el pensamiento de que esa enfermedad no es para uno, que como nunca se ha metido con homosexuales no le puede dar; pero es algo que está escondido en la sociedad. Hay miles de personas que lo tienen y no saben”.








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