Muy probablemente –como más de dos terceras partes de los costarricenses– usted se conecta a Internet a diario, en el trabajo, en la casa o hasta cuando se traslada de un lugar a otro mediante su celular.
Bueno, en sentido estricto no sucede de esa manera. Es una forma de decirlo, pero es evidente que lo que se conectan son las cosas.
Esas “cosas”, hasta hace muy poco, han sido tradicionalmente computadoras y, solo en los últimos años, celulares y tabletas.
Sin embargo, este 2013 comenzamos a vivir más de cerca lo que los investigadores de empresas como Cisco y la IBM han venido anunciando como “la Internet de las cosas”, una maraña de todo tipo de artilugios que estarán conectados a la red de redes y, dentro de muy pocos años, permitirán hacer cosas que hoy ni siquiera imaginamos.
Uno de los ejemplos más cercanos y con más potencial son los relojes inteligentes. Adelantándose a lo que se espera que sea la versión de Apple, el gigante Samsung lanzó el suyo este 2013 y lo bautizó como el Samsung Galaxy Gear . Además de dar la hora, permite ver correos, tomar fotos y recibir llamadas, por ejemplo.
Así como los teléfonos dejaron de ser instrumentos para solo hacer llamadas, los relojes dejaron de servir solo para ver la hora.
De manera similar, los detectores de humo dejaron de ser solo para saber cuándo hay humo en una habitación. El Nest Protect , que comenzó a venderse este año, permite también detectar niveles peligrosos de monóxido de carbono en un cuarto y avisa a su celular, por medio de un app , si la batería está baja o está funcionando mal por alguna razón.
Los televisores también dejaron de servir solo para ver televisión o entretenerse con videojuegos. Google presentó este año Chromecast , un dispositivo pequeño, barato y muy sencillo de utilizar que convierte cualquier televisor con una entrada de HDMI (un puerto que todo televisor moderno trae) en un televisor inteligente que se conecta a Internet.
Aunque no se han dado datos oficiales de venta, el que costara solo $35 sin duda facilitó que Chromecast se colocara en octubre como el artículo más vendido del área de electrónica de Amazon. Algunos televisores de marcas como Samsung, LG o Sony pueden incluir software para conectarse a Internet, pero Chromecast es mucho más fácil de utilizar porque se maneja con un celular o tableta mediante Internet.
Pero el potencial de la Internet de las cosas va mucho más allá. Somos cerca de mil millones de personas conectadas en el mundo, pero existen más cosas que personas conectadas y eso crea un océano de datos.
Procesar esos datos para transformarlos en información, conocimiento y, finalmente, en saber, es un reto no para el futuro, sino para nuestros días. Con ello, estamos a las puertas de cambiar la forma en que planificamos nuestros viajes, hacemos nuestras compras o decidimos cuál película veremos el fin de semana.