Medio millón de hormigas alzaron sus pancartas en defensa del llamado “pulmón del mundo” con consignas como “Salvemos la Amazonia”, “Solidaridad” y “Merkel, ayúdanos”. Ocurrió en un zoológico de Colonia, Alemania este 18 de agosto.
Se trata de una iniciativa de la organización ambientalista World Wildlife Fund (WWF) en la que colocaron hojas con inscripciones en las espaldas de hormigas corta hojas para pedir a la canciller alemana Ángela Merkel que incluya el tema de la Amazonia en su agenda durante su visita a Brasil.
Esta intervención pretende presionarla para que adopte compromisos en defensa de la selva amazónica, en su encuentro con la presidenta de Brasil, Dilma Roussef esta misma semana.
“El gobierno alemán debe aprovechar este encuentro para renovar los esfuerzos colectivos a favor de la preservación de la selva tropical de la Amazonia”, comentó Christoph Heinrich, miembro del consejo de administración de la organización en Alemania.
Según Mauricio Dorfler, director ejecutivo de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), la Amazonía ocupa un 6% de la superficie del planeta, abarca más de la mitad del bosque húmedo tropical, representa el 15% del proceso global de fotosíntesis y el 20% de las reservas de agua dulce.
La WWF reclama que los proyectos de reformas en Brasil amenazan con abrir la explotación de algunas reservas naturales dentro de la selva para actividades agrícolas, mineras y energéticas.
A pesar de que la deforestación en la selva cayó un 82% en la última década, la protesta de hormigas se dio en la misma semana en que los indígenas ayereo totobiegosode de Paraguay denunciaron que la empresa brasileña Yaguareté Porá destruye cada mes cientos de hectáreas de bosques pertenecientes a nativos en la región del Chaco paraguayo. Dicha extensión hoy supera las 10 mil hectáreas.
Durante el encuentro entre ambas mandatarias este jueves, la presidenta brasileña Dilma Rousseff anticipó algunas de las metas que se impondrán en su país para combatir el cambio climático, entre ellas, acabar con la deforestación ilegal en la Amazonía para el año 2030 y restaurar doce millones de hectáreas devastadas.