Cada domingo, decenas de hombres saltan a las canchas de los equipos de Primera División de nuestro país para practicar el deporte por excelencia de Costa Rica. Pese al notable desarollo del fútbol femenino nacional en años recientes, la pelota, al parecer, sigue pertenenciendo a los hombres, al menos en términos de popularidad.
Hace unos tres lustros, un pequeño grupo de mujeres se atrevió a desafiar ese statu quo, y lo hicieron desde adentro, convirtiéndos en figuras de autoridad. Fueron las primeras árbitras en pitar juegos de la Primera División masculina, y aunque ya llevan años retiradas, su legado sigue vivo.
El periodista Danny Brenes conversó con tres de las cuatro pioneras para desempolvar su historia y subrayar sus méritos:
Tengo un ligero recuerdo de los años en que cada fecha del campeonato nacional incluía al menos a una mujer como parte del cuarteto arbitral. De la misma forma, tampoco me percaté en qué momento su presencia mermó hasta desaparecer.
Hoy, el fútbol parece ser, de nuevo, "cosa de hombres", lo cual es tan estúpido como suena. Conversando con las ex-árbitras de nuestro fúbtol fue como aprendí que la ausencia de mujeres en las canchas es el resultado de deciciones tomadas por hombres, de procesos sistemáticos diseñados para que unos entren a las competencias y otros no.
Es un oficio ingrato el de cualquier árbitro, pero lo es más para una árbitra, quien debe enfrentarse no solamente a las inclemencias e insultos del público, sino a los estereotipos y al machismo que se genera entorno al fútbol.
Por eso parece ser más valioso que nunca rememorar los tiempos en que Ave María Alpízar, Erika Vargas y Milena López corrían por el césped, haciendo respetar su autoridad y, de paso, destruyendo clichés e ideas preconcibidas.
—Danny Brenes.
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Junto a esta historia, también podrá encontrar un trabajo de la periodista costarricense María Isabel Sánchez, de la agencia AFP, quien viajó hasta las minas de oro en Venezuela para desvelar un mundo de caos y violencia, en el que las bandas de traficantes se disputan el negocio a punta de sangre, fuego y torturas.
Además, la periodista Priscilla Gómez pudo conversar con la escritora colombiana Amalia Andrade, autora de la novela Uno siempre cambia el amor de su vida (por otro amor o por otra vida), para comprender mejor a la pluma detrás de uno de los libros más populares del año.
La periodista Lucía Vásquez, por su parte, se subió a uno de los taxis más particulares de Costa Rica: un taxi para mascotas, en el que compartió viaje con un peludo pasajero.
Encuentre estas y otras historias, este domingo, en la Revista Dominical.