Los personajes de Anastasia Steele y Christian Grey se han convertido en una especie de spam : están por todo lado.
Mientras muchas mujeres sueñan e intentan obtener una experiencia tan candente como la que describe Cincuenta sombras de Grey , la realidad para muchas otras mujeres es que el sexo representa todo lo contrario al placer.
Eso sí, las disfunciones sexuales femeninas parecen ser muchísimo menos publicitadas que esa trilogía erótica; son casi un tabú.
“Hay un subregistro importante porque muchas veces la paciente viene, hace la consulta y, cuando ya va a salir, tira la pregunta como quien no quiere la cosa”, comenta la ginecóloga Flory Morera.
Según su experiencia, la preocupación más frecuente que manifiestan sus pacientes es la disminución de la libido.
En esto coincide la sexóloga Ana María Mora, presidenta de la Asociación de Sexología Científica y Vivencial de Costa Rica, quien asegura que la disfunción más común entre las mujeres es la apatía sexual o falta de deseo.
Sin embargo, esta experta propone la interrogante: “¿Cuánto es poco? Cuando dos personas apáticas se juntan, no vamos a tener ningún problema, nada más sería una pareja con poca actividad sexual pero que funciona bien a nivel afectivo”.
La Asociación Mexicana para la Salud Sexual (Amssac) apunta cuatro factores de alerta: casi nunca o nunca siente las ganas de tener una experiencia erótica, no tiene fantasías o pensamientos sexuales, su deseo ha decrecido a través del tiempo y ha disminuido o es ausente la frecuencia con que la mujer promueve la actividad sexual.
“Es importante que observe que en esta disfunción del deseo estamos hablando de las ‘ganas’ y no de la frecuencia con que se tiene vida sexual. Es posible que una mujer tenga vida sexual frecuente y aun así no tenga ‘ganas’ o deseo”, agrega Amssac en su sitio web .
Mora destaca que existen otras disfunciones de excitación o del orgasmo que pueden generar que la mujer rechace el encuentro sexual.
Además, la ginecóloga Morera explica que todas las disfunciones sexuales femeninas son multifactoriales. Las causas pueden ir desde aspectos sociales, educativos o religiosos, el estado de la relación de pareja, anticonceptivos, depresión, estrés y hasta los cambios que conlleva la etapa del climaterio.
Lo importante es que la población sepa que es necesario consultar y que todas las disfunciones tienen solución si se recurre a una terapia integral.
A continuación, les ofrecemos una breve descripción de otras disfunciones que afectan a las mujeres.
Deseo sexual hiperactivo:
También llamada conducta sexual compulsiva. Sucede cuando el apetito sexual se presenta con tal frecuencia e intensidad que interfiere con las actividades cotidianas.
En opinión de Mora, un alto deseo sexual no debería ser visto como un problema, excepto cuando impide la correcta socialización, convivencia familiar y desarrollo personal.
Por su parte, Morera asegura que este tipo de disfunción es tan inusual, que en sus 30 años como ginecóloga ha visto solo un caso.
Disritmia del deseo:
Sucede cuando uno de los miembros de la pareja tiene más deseo sexual que el otro.
Falta de lubricación:
Según Morera, hay medicamentos que producen resequedad vaginal, como los agonistas de GnRh (se utilizan para tratar la endometriosis y fibromas) o los antiestrogénicos que se recetan a pacientes con cáncer de mama .
Anorgasmia:
Ocurre cuando la mujer no puede tener orgasmos o se le dificulta mucho.
La ginecóloga y la sexóloga consultadas coinciden en que muchas mujeres afirman nunca haber sentido un orgasmo, pero al comenzar a indagar, se dan cuenta de que sí lo han alcanzado. Por eso, es necesario que las mujeres conozcan las manifestaciones fisiológicas de un orgasmo: superexcitación con taquicardia, cambios en la respiración y contracciones reflejas en el área genital, acompañadas de una sensación de placer.
Preorgasmia:
Mora describe esta disfunción como un “desconecte” justo antes de alcanzar el orgasmo, que puede inducir a que la mujer no quiera continuar.
Insensibilidad orgásmica:
Según Amssac, la mujer percibe las contracciones vaginales que produce el orgasmo, pero no siente satisfacción.
Vaginismo:
Es una contracción involuntaria de los músculos de la vagina que imposibilita la penetración.
Dispareunia:
Se refiere al dolor físico durante o después de la relación sexual.