Los psicopedagogos Laura Grillo y Wálter González consideran que la autonomía y la independencia implican destrezas que deben cultivarse desde que los hijos son bebés.
Resumimos algunos consejos que surgieron de conversaciones con ambos especialistas.
Fije límites
Los límites hacen felices a los niños. La relación entre padres e hijos es jerárquica, no democrática. Los papás no son los amigos de sus hijos. Habitualmente, se cree que mantener un tono de amistad en la relación es bueno para la autoestima de los hijos, pero en realidad esto los hace más temerosos, porque se les otorga una autoridad que no están preparados para manejar.
Imponga multas
Fije penas o multas. Las consecuencias cumplidas le dan seguridad a los adolescentes. Cada acto tiene su consecuencia; así como cada cosa buena, también. Es importante que ellos lo sepan desde muy niños.
Separaciones
Desde bebés, se deben empezar a fomentar las separaciones transitorias exitosas. La niña o niño irá disminuyendo su apego ansioso y empezará a desarrollar una gran confianza en sí misma/o por las ocasiones en que fue expuesta/o a “microseparaciones” que le permitieron tener la certeza de que los padres regresan.
Rutinas
En edad preescolar, se pueden usar dibujos con instrucciones que detallen sus responsabilidades. En edad escolar y colegial, se puede usar texto escrito en un cartel ubicado en un sitio estratégico de la casa. Sea constante, pues una rutina se fija en 21 días. La inconstancia confunde al niño. Eso sí, use su sentido común, y dé acompañamiento mientras se fijan las rutinas.
Oficios caseros
Muchas veces, los papás, en el afán de que las cosas se hagan rápido y bien hechas, terminan haciendo todos los oficios. Se debe estimular al niño para que tienda su cama a diario, y recoja su ropa sucia, así como el plato o el vaso y lo pongan en el fregadero.
Para la escuela
Lleve con su hijos un planificador mensual que se revise semanalmente para coordinar los trabajos extraclase y para coordinar la disponibilidad de los padres para ayudarlos a ejecutarlos. Fije horarios para las tareas y los momentos de ocio. Deje que sus hijos hagan las tareas por su cuenta. Esté disponible por si necesitan ayuda, pero déjelos solos, sin leer por encima de su hombro. Cree la rutina de que dejen el bulto y el uniforme listos desde el día anterior.
Sueño
Promueva sus destrezas para que duerman solos desde muy temprano en la vida. Mantenga horarios definidos para ir a la cama. Cuando sean un poco mayores, hágalos responsables de su hora de despertar; inste para que usen, por ejemplo, su celular como una alarma. No es conveniente ir a su cuarto a despertarlos. Si no se levantan a tiempo, que sea su responsabilidad y que afronten las consecuencias.
Alimentación
Desde muy pequeños, ínstelos para que coman solos. También hágalos partícipes de la preparación de sus meriendas. Déjelos elegir, negociar y opinar. Por ejemplo, si dicen que las verduras se ponen feas en la escuela, negocie que se las coman en la tarde, cuando regresan.
En el comercio
Desde pequeños, se les debe enseñar a manejar su dinero. Ayúdelos a sacar una tarjeta de débito infantil, enséñeles a usar un cajero automático y a tratar con un cajero humano. Estimúlelos para que traten con camareros y cajeros. Si deben comprar algún libro o material escolar déjelos que consigan lo que necesitan por su cuenta en la librería.
En el ‘súper’
Cuando su hijo es más joven, pídale, por ejemplo, que le diga al encargado de verduras que le dé tres manzanas. Cuando sea mayor, déjelo que tome un carrito por separado para que seleccione lo que necesitará para sus meriendas.
Diversión
Hágalo responsable de su diversión. Si el niño debe ir a un consultorio o hacer un mandado que requiera una espera, comuníqueselo y que él lleve lo necesario para mantenerse entretenido.
Transporte
Muéstrele cuáles son los riesgos y los signos de peligro en la calle. Genere un método para ir exponiéndolos poco a poco al uso autónomo del transporte público. Trate de controlar la angustia, pues también se les puede transmitir, incluso solo con el lenguaje corporal. Sepa evaluar el grado de desarrollo de sus destrezas sociales, pues es necesario que sepa expresarse bien, entender señales y ubicarse en el espacio.
En los paseos
Haga con el niño una lista de lo que necesitará para unas vacaciones cortas y ordénele que prepare su propia maleta. Recuérdele que, si olvida algo, será su responsabilidad. Considere hacer paseos no tradicionales que impliquen retos diferentes para la familia. Por ejemplo, considere ir a acampar, lo cual expone a su hijo a tener creatividad, disposición para tolerar la frustración, contacto con personas desconocidas y un disfrute distinto.
Grupos
Estimúlelo para que participe en grupos deportivos, religiosos o en los ‘scouts’, que fomentan espacios para el desarrollo de la creatividad y la vida independiente.
Con la pareja
Llegue a acuerdos con su pareja sobre los límites para sus hijos y las consecuencias por transgredirlos. Debe haber total congruencia entre ambos papás con respecto a las responsabilidades que se les piden a los hijos. Hay un reto especial en el caso de papás separados, pues el muchacho suele pedir los permisos al papá más permisivo.
Comunicación
Mantenga la línea de comunicación abierta con sus hijos. Si les va a pedir que asuman nuevas responsabilidades comuníqueles claramente los motivos y las ventajas que tendrá por hacerlo. Por ejemplo: “nos parece que ya es momento de que aprendás a hacer arroz y te vamos a ayudar a lograrlo. Eso es importante porque...”
Busque ayuda
Si cree que necesita ayuda, no dude en buscarla. La paternidad es difícil y no tiene nada de malo consultar a un profesional. Los colegios cuentan con especialistas que le pueden ayudar. También hay “escuelas para padres” que sirven para preparar mejor a su hijo para la vida.