Los humanos domesticamos a los gatos hace miles de años, mas ahora parece que trabajamos para ellos o, al menos, buscamos los medios para complacerlos y hacer de algunas de sus siete vidas un verdadero paraíso.
Muestra de ello es la más reciente invención en el arte culinario de la comida de mascotas, en la que los mininos son los comensales.
Se trata de un platillo ideado por Simon Rimmer, un famoso chef de prestigio internacional.
El experto eligió deleitar el paladar de los felinos, para lo que creó un plato nutricionalmente equilibrado para estos animales.
El platillo cuesta poco más de $38 (unos ¢19.000) y tiene la cantidad de calorías suficientes para alimentar por un día a la mascota de un dueño consentidor.
La propuesta fue todo un éxito: el producto se agotó a solo 50 minutos de haber salido a la venta. Pero ¿qué contiene?
Pongan atención al menú gourmet que lleva el alimento: pato asado, rollo de sushi de langosta, caviar beluga y jaleas de remolacha. Teniendo en cuenta su precio, puede ser más un regalo especial para el gato que una comida diaria; de lo contrario, los propietarios gastarían un monto aproximado de $13.900 (casi ¢7 millones) para alimentar a sus mascotas con “Cat Delices” por un año.
Rimmer trabajó con Joe Inglis, veterinario de la televisión, y otros expertos, para poder preparar este platillo de sabor exquisito para el paladar gatuno.
Debido a su falta del experiencia en este campo no fue tarea fácil, pero al final se hizo el trabajo.
Este proyecto tuvo como finalidad recaudar fondos para la Sociedad Protectora de Animales.
A raíz de su popularidad, Rimmer e Inglis están estudiando la posibilidad de seguir elaborando el producto.
Esta no es la primera vez que se lanza al mercado un producto gourmet para animales.
En mayo pasado, se reveló que una empresa japonesa vendía alimento de lujo para mascotas, fabricada con carne de una especie de ballena que se encuentra en peligro de extinción. Tras la protesta de varios grupos por la defensa de los derechos de los animales, la empresa decidió detener la comercialización de tan singular comida.