Los carritos de compras están de más... siempre que usted tenga un teléfono inteligente y viva en Corea del Sur.
Desde que la empresa Tesco puso a disposición de sus clientes su primera tienda virtual en este país asiático, los compradores pueden prescindir de un vehículo empujado o de una incómoda canasta a la hora de abastecerse de bienes en el supermercado.
La estación para subterráneos Seonreung, en Seúl, fue la elegida para el debut virtual del comercio de la renombrada cadena de supermercados.
A principios del año pasado, los pasillos de la estación –hasta entonces pulcros y apagados– se llenaron de anaqueles y góndolas virtuales cubiertos por las coloridas imágenes bidimensionales de atractivos productos que realmente no están ahí.
En la tienda Tesco Homeplus Virtual Store todo funciona gracias a los códigos QR (de respuesta rápida) que aparecen en cada producto. Los clientes únicamente deben escanearlos con un
La oferta es tan pintoresca como abundante. En la estación se instalaron “refrigeradoras” con gaseosas, tés y lácteos; mientras que otros “estantes” contienen productos de aseo personal, carnes y barras energéticas, entre otros.
En total, a la venta hay más de 500 productos, que el cliente compra sin mayor esfuerzo. Luego, los repartidores y camioneros de Tesco se encargarán de entregarlos “en versión real”.
La innovadora idea de hacer las compras con la ayuda de un teléfono salió del cerebro de la empresa creativa Cheil Worldwide Seoul .
La corporación recibió un reconocimiento León de Oro en el Festival de Publicidad de Cannes Lions 2011, en Francia, por el aprovechamiento de los espacios públicos.
El supermercado virtual del metro subterráneo coreano fue catalogado como un “gran
Además, fue candidato al diseño del año 2011 en el Museo del Diseño de Londres.
Sin embargo, el mayor premio para esta cadena de supermercados fue haberse acercado en ventas a su acérrimo rival del mercado: E Mart. ¿Cómo lo hizo sin tener que abrir más tiendas?
Los pioneros en supermercados virtuales aplicaron la fórmula de que “si Mahoma no va al supermercado, el supermercado va a Mahoma”.
Así, decidieron ahorrarle a los compradores la doble inversión de tiempo en sus compras semanales y permitirles aprovechar el tiempo de espera en la estación del metro.
Como en Corea el ajetreo diario es cosa seria, la iniciativa tuvo un efecto rápido y positivo entre la gente.
Las ventas de Tesco se incrementaron un 136% desde la implementación de tan particular modalidad de compras, en abril del año pasado.
Aunque todavía no logran superar a su archienemigo, ya recortó diferencias de ingreso, y no cesa en su afán por igualarlo.
En febrero, la compañía estrenó otras 20 sucursales virtuales en paradas de autobús en Corea del Sur. En cuestión de una semana, registraron 900.000 descargas de la aplicación que permite hacer compras en estas tiendas.
La clientela principal es gente de 20 a 30 años de edad, por lo que las próximas aperturas de sucursales están previstas para hacerse en un campus universitario y en zonas peatonales.
Hacer compras en el supermercado nunca antes había resultado tan fácil. Los clientes, además, se ahorran el riesgo de hacer regueros en los pasillos, y tampoco hay peligro de que alguien consuma el producto antes de llegar a la caja.