La ciudad de Cartago tuvo un pasado movido, y aquí no hablamos de sus terremotos. Consultamos con Franco Fernández, cartaginés e historiador especializado en la época colonial.
Él cuenta que el Cartago actual tuvo tres antecedentes: una ciudad germinal (Garcimuñoz), y dos ubicaciones posteriores, antes de instalarse en el sitio actual. Esta es una historia de pruebas y errores, de barreales y quimeras de oro, de santos guerreros y conquistadores celosos.
Una odisea
Se calcula que el 19 de marzo de 1561 el conquistador Juan de Cavallón fundó la ciudad de Garcimuñoz, en algún sitio entre lo que hoy es Turrubares y Santa Ana, y en la provincia española que entonces se conocía como “Nuevo Cartago y Costa Rica”. Hoy no conocemos vestigios de aquella ciudad.
Cuando Juan Vásquez de Coronado sucedió a Cavallón, y fue nombrado alcalde mayor de Costa Rica por la Corona española, en 1562, sus informantes le hablaron de las bondades del valle oriental. Había buen clima, tierras fértiles e indígenas cercanos para usarlos como mano de obra.
Según Fernández, el conquistador quería tener un asentamiento más cercano al Caribe sur, donde se suponía que había oro. Vásquez de Coronado trazó la primera ciudad de Cartago en lo que hoy es El Guarco. Aquello sucedió el 23 de junio de 1563, hoy hace 450 años.
Los pobladores de Garcimuñoz se trasladaron a Cartago. El diseño de la nueva ciudad se hizo como un espejo de la antigua, y a la “gente principal” se le aseguró una distribución de sus propiedades idéntica a la que tenía.
El conquistador relató al Rey: “Tiene una ciudad en aquel valle, en un asiento junto a dos ríos. Tiene el valle tres leguas y media de largo y media de ancho; tiene muchas tierras para trigo y maíz; tiene el temple de Valladolid, buen suelo y cielo”.
La ciudad cambió de patrono: se impuso el guerrero apóstol Santiago. El cabildo y las autoridades judiciales se trasladaron algunos meses después.
La muda del nombre, de Garcimuñoz a Cartago, se debería al propósito del nuevo conquistador de borrar el legado de Cavallón.
No obstante, aquella vieja Cartago también fue conocida posteriormente como la “Ciudad del lodo” pues la topografía del lugar convertía a sus habitantes en víctimas de inundaciones periódicas causadas por las crecidas del río Puriris, que atenazaba la ciudad junto con el Coris. Además, la cercanía de indígenas aguerridos habría terminado por obligar a una nueva mudanza. En 1572 hicieron el camino inverso hacia la zona occidental del valle, a un sitio conocido como Mata Redonda, de cuya ubicación no hay consenso.
Finalmente, en 1575, Cartago se volvería a trasladar a su sitio actual. Gozó del rango de capital de Costa Rica hasta 1823. Franco Fernández remata: “Si vos sumás, hemos sido capital más tiempo que San José”.