EscucharJohn Wall, a sus 24 años, vocifera que es el mejor armador de la NBA y que los Wizards ya están listos para llegar a las finales. Lo peor no es la insistencia con la que lo dice, sino que hasta podría tener razón. Eso sí, todo es palabras hasta que lo pruebe.
En los play-off pasados Washington aplastó a Chicago e hizo sudar a Indiana, con lo que se confirmaba la capacidad de Wall y Bradley Beal, de 21 años, de ser protagonistas en el planeta básquet.
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A sus 24 años John Wall quiere confirmarse como una de las grandes estrellas de la NBA. (Keith Allison)
Wall fue sublíder de asistencias la temporada pasada (8,8 por encuentro) y Beal –aunque se perderá el inicio de esta campaña– viene de una postemporada sensacional en la que promedió 19,2 puntos y cinco rebotes por encuentro, números que a su tierna edad solo se asemejan a lo hecho por astros como Michael Jordan y Magic Johnson.
En cuanto a experiencia, los Wizards incorporaron al veteranísimo de 37 primaveras y 16 campañas Paul Pierce, y retuvieron al centro polaco Marcin Gortat, de 30.
Si en la ciudad capital de los Estados Unidos no aspiran a algo más que las semifinales de conferencia, no están en nada.
Más que una sorpresa. Más al norte, en Canadá, DeMar DeRozan, a sus 25 años, debería ser capaz de alcanzar su prime, elevar el poder ofensivo y quitar el velo de sorpresa de la frente de los Raptors .
El centro lituano Jonas Valanciunas, de 22 años y en su segunda temporada en la liga, también estará bajo la lupa de los aficionados.
Más allá de ese núcleo joven que completa el alero Terrence Ross (23), la pregunta es si Toronto tiene la profundidad necesaria para volver a opacar a los equipos de Nueva York y reinar en la ahora débil División del Atlántico.
El Este promete incertidumbre, pero también acción en el costado de la NBA que más talento joven aglutina: su mediocridad le ha permitido dejarse 11 de las 15 primeras selecciones del draft en este siglo.
