Costa do Sauípe. AFP Tres estadios del Mundial 2014 en Brasil serán entregados a más tardar en febrero del próximo año, incumpliendo el plazo que impuso la FIFA para el 31 de diciembre.
El atraso en el estadio de São Paulo, donde se jugará el primer partido del torneo, se esperaba después del reciente accidente en el que murieron dos obreros.
Una enorme grúa que levantaba el último trozo del techo del Itaquerão colapsó, destrozando también parte de las graderías y una gigantesca pantalla.
Lo que no se previó fue estar tan atrás en las agendas con Cuiabá y Curitiba, pues las autoridades aseguraban que iban bien.
“Claro que el São Paulo no va a estar listo para finales de año, pero será entregado a tiempo para la apertura”, indicó el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke , en una rueda de prensa en Costa do Sauípe, en Bahía, sitio en el que se celebrará este viernes el sorteo de los grupos mundialistas.
Mientras tanto, sobre la Arena da Baixada de Curitiba, manifestó que era el más problemático.
“Vamos a aumentar la mano de obra para que todas las instalaciones provisionales se monten. El plan de venta de ingresos por asiento tendrá que esperar porque aún no tenemos el mapa del estadio”, siguió el secretario de la FIFA.
El estadio, que recibirá cuatro juegos de la Copa, estaba finalizado en 83% a fines de setiembre, la última cifra divulgada por el gobierno. Inclusive, la cobertura retráctil, que debía adaptarse según el clima, fue dejada de lado (al menos para el Mundial) ya que atrasaría demasiado las obras.
Mientras que sobre las obras de la Arena Pantanal de Cuiabá, que también recibirá cuatro juegos, Valcke no fue tan preciso, solo confirmó: “Tenemos dudas, no va a estar listo en el plazo”.
Periodistas de la AFP constataron al iniciar noviembre que el estadio aún no tenía asientos o gramado instalado. El porcentaje en ese momento era un 87% de las obras terminadas.