La alegría de conseguir un boleto a una Copa del Mundo no fue una emoción del todo nueva para siete futbolistas costarricenses.
Los defensores Michael Umaña, Roy Miller y Gabriel Badilla; los volantes Christian Bolaños y Randall Azofeifa; y los delanteros Álvaro Saborío y Óscar Rojas ya sabían lo que significa ser parte de una selección que clasifica a la máxima competición futbolística del planeta.
Esas siete figuras, que vieron acción durante al menos un partido de la eliminatoria a Brasil 2014, también fueron tomados en cuenta por alguno de los tres técnicos que dirigieron a la Tricolor camino a Alemania 2006.
De ellos, Saborío es quizá quien guarde el mejor recuerdo de sus dos clasificaciones mundialistas.
En el Premundial del 2006, jugó siete partidos y anotó tres goles. Esta eliminatoria, el ariete del Real Salt Lake multiplicó sus cifras a 13 partidos jugados y siete anotaciones, para convertirse en el goleador de la Sele .
Bolaños y Umaña, por su parte, jugaron en cuatro partidos de la ruta al mundial alemán y en diez del proceso a Brasil.
Sin embargo, ninguno de los siete estuvo en el terreno de juego en los dos históricos partidos que sellaron el boleto mundialista: contra Estados Unidos, el 8 de octubre del 2005, y contra Jamaica, el martes anterior.