Este Portugal que se desmantela paso a paso y no tiene más remedio que remitirse al escaso aporte de un astro, Cristiano Ronaldo, a media máquina, sigue vivo. Se lo permitió Estados Unidos, que no supo guardar el triunfo y asegurar la clasificación cuando el partido ya marchaba sobre el quinto minuto de reposición. 2 a 2 de poca justicia.
Entre el mal despeje que le dejó servido el gol a Nani, al 5’, y la pasiva marca que dejó a Ronaldo tirar el centro del empate, a Varela, los lusos se vieron escasos de argumentos para mantener chances en el grupo G.
Aún así, Portugal se aferra a un delgado hilo de vida.
Con cuatro cambios entre el debut y ayer, y Helder Postiga, su segunda opción de ataque, lesionado (apenas al 16’), el equipo vino no camina, cojea por los estadios de Brasil.
Perdonar. Estados Unidos (4 puntos) perdió su gran oportunidad de emular a Costa Rica y elevarse como primer clasificado de otro grupo mortal. La llave la completa la maquinaria alemana (4 unidades), la dura Ghana (1) y el débil Portugal (1). Entre esa aglutinación de estrellas, un equipo de la Concacaf fue el primero en acariciar, aunque fuera por 14 minutos, el boleto a octavos.
Se lo merecía, pese a su calculador soccer . Argumentos le sobraron y el golazo del empate de Jermaine Jones, al 64’, no hizo más que premiar su orden y dinámica.
El conjunto de las barras y las estrellas se escapó de la mediocridad de la inicial para buscar el partido con la buena conducción del excelente lanzador que es Michael Bradley y las incisivas llegadas por derecha del inquieto lateral Fabian Johnson, siempre en compañía del hábil y afanoso Graham Zusi.
Por eso, cuando Jones tomó un rechace, se acomodó la pelota a la derecha y soltó un latigazo que hizo curva hasta incrustarse al costado del marco de Beto, ya se vaticinaba la victoria de los estadounidenses.
Ya antes, al 58', Ricardo Costa le había sacado de la línea el grito de gol a Bradley cuando Johnson le sirvió el pase de la muerte.
La mejoría norteamericana se constató en un contragolpe devastador. La escapada del suplente DeAndre Yedlin desnudó más de las carencias lusas y culminó con Zusi sirviéndole a Clint Dempsey un tanto de olfato, que el gran goleador estadounidense empujó al fondo de las redes con el estómago.
Estaba lista la cosa. Estados Unidos el primer clasificado del grupo y Portugal de regreso a casa. Los ibéricos tenían poca objeción con una media que no podía manejar la bola, un Nani individualista y un Ronaldo que estaba en la cancha solo con la esperanza de reventar algún imprevisto pase.
Mas, los cracks , a veces, ocupan muy poco para hacer mucho y así fue que CR7 apareció por la derecha para lanzar uno de esos centros largos al estilo “Ave María”.
Sirvió, alguien en el cielo le escuchó la plegaria y Varela sorprendió a una despistada defensa para robarle el boleto a los yanquis.
Así llegará este Portugal y este Cristiano al cierre del grupo, con la lejana esperanza de arrollar a Ghana, y de que Estados Unidos y Alemania no pacten un empate benéfico para ambas selecciones.