EscucharLa migración de los mexicanos y el desarrollo del fútbol en Estados Unidos hace cada día más frecuente la historia del niño que crece al norte del río Bravo, para luego ser seducido por las camisas de las selecciones de ambos países.
Fue hasta el inicio de esta hexagonal final de la Concacaf que Omar González fue convocado al primer equipo de la selección de fútbol de Estados Unidos.
Lo curioso es que, pese a su corta experiencia internacional, de una se convirtió en titular indiscutible y baluarte de la defensa.
Antes de este año González se mantenía abierto a la posibilidad de colocarse la camisa del Tri y defender los colores de México.
El zaguero del Galaxy de Los Ángeles llegó al equipo que dirige Jürgen Klinsmann para subsanar una deficiencia grandisima en la retaguardia: en la cuadrangular recibió seis goles en seis partidos, mientras que en la Hexagonal solo ha permitido tres goles, también en seis encuentros.
Sobra decir que Omar ha estado presente en cada uno de los 540 minutos de los seis partidos de la Hexagonal.
González, nacido en Dallas y seleccionado como novato en su año debut con el Galaxy, no es en nada ajeno a los costarricenses, quienes lo conocen bien de la Liga de Campeones de la Concacaf.
Al equipo de Los Ángeles le ha tocado medirse a conjuntos ticos en dos de las últimas tres ediciones del torneo regional. Omar estuvo presente en los partidos ante Alajuelense y Cartaginés.
Con el Galaxy ha sido parte de una revolución del fútbol norteamericano. El ayudó a que el equipo pasara del último lugar, en el 2008, a jugar la final, en el 2009.
También porque vivió de primera mano la era de la súperestrella David Beckham y toda la parafernalia a su alrededor.
En la MLS conquistó dos títulos y los galardones a Novato del Año (2009) y Defensor del Año (2011), así como Jugador Más Valioso de la final del año pasado.
Con su selección solo lleva 12 partidos jugados, pero ya levantó un título: la Copa Oro 2013.
