Fortaleza, Brasil. AP La frustración de los mexicanos por decisiones arbitrales en su contra estalló ayer al quedar eliminados por Holanda en los octavos de final del Mundial de Brasil.
México perdió contra los holandeses, que completaron la remontada cuando el árbitro portugués Pedro Proença pitó un penal de Rafael Márquez sobre Arjen Robben en los últimos minutos.
“A mi consideración no fue penal, pero nada se puede hacer”, dijo Márquez. “Hablé con él (Robben) y me dijo que no era penal, que uno de los anteriores sí. Si conoces a Robben sabes que de 10 faltas que recibe en cinco se deja caer y eso no es fair play ”, dijo.
Márquez y Héctor Moreno chocaron con Robben en la recta final de la primera parte en una jugada que pudo ser considerada como penal, pero no fue pitada.
“Esta Copa del Mundo no fue ni una ni dos veces las que nos perjudicaron, no quiero poner pretextos de eso, pero es algo que ha pasado”, añadió Márquez.
Ante Croacia, en el tercer partido de la primera ronda, hubo una mano dentro del área de un zaguero croata que detuvo un disparo de Andrés Guardado y no se pitó para los mexicanos.
“De cuatro arbitrajes, tres fueron muy tendenciosos en contra de México”, dijo el entrenador de México, Miguel Herrera. “Esperemos que la comisión de árbitros lo vea y este señor se vaya igual que nosotros a su casa”, añadió.
El técnico se declaró enfadado con la decisión del árbitro portugués Pedro Proença, quien concedió el penal a Holanda.
Según dijo, los jugadores holandeses lograron impresionar al árbitro con jugadas teatrales.
El entrenador del Tri afirmó que este fue un Mundial en el que “todo estuvo en contra de México todo el tiempo”.