Si la Fedefútbol hubiese podido prever lo que tardaría la carroza de la Selección Nacional en arribar hasta la Sabana, quizá el tiempo frente al micrófono para artistas nacionales hubiese sido ilimitado porque, al final, les haría falta relleno para el espectáculo.
Tanta fue la congoja por mantener entretenidos a los asistentes que llevaron sol desde la mañana frente a la tarima, que a Tapón le encomendaron una misión muy especial: salir de nuevo al escenario con un repertorio improvisado.
A las 5 p. m., una hora después de que finalizaron los conciertos, el rapero de Alajuelita tomó de nuevo el micrófono, a sabiendas de que el ánimo del público ya estaría mermado por el calor, la sed, la cantidad de horas de pie y la incertidumbre de cuánto más faltaría para ver a los héroes que hicieron historia en Brasil.
“Hay que ser valiente porque la verdad la gente ya estaba cansada. Uno sale y talvez la gente ya no reacciona igual. Pero uno sabe que no es por uno, que no es por las canciones, es que ya están cansados y tienen toda la razón”, dijo Tapón.
En sus 16 años de carrera, no recuerda otra ocasión en la que le hayan pedido el favor de saltar de nuevo a la tarima para prolongar el espectáculo.
“Yo creo que nadie se esperaba que la Selección se atrasara tanto. Pero claro que sí hay preocupación y sí hay congoja, sobre todo considerando a la gente porque muchos desde las 8 de la mañana ya estaban aquí”, afirmó.
Oda al fútbol tico. Pese a que la Tricolor ya no tiene opción de anotar en Brasil, el público coreó Otro gol junto a Gandhi como si de nuevo Bryan Ruiz, Óscar Duarte, Marco Ureña o Joel Campbell estuvieran frente al arco rival.
El agotamiento y la lluvia que por un momento amenazó la bienvenida a la Selección no impidieron que las miles de voces que se apostaban desde la estatua de León Cortés y a lo largo de varias cuadras en el Paseo Colón vibraran con Un solo sentimiento , de Percance, y con Olé olé (Ponele corazón) , del grupo Los Ajenos.
Por un día, las canciones dedicadas a la Tricolor fueron cantadas con más fuerza y euforia que los temas insignes de esas agrupaciones nacionales. Así lo reconoce Daniela Badilla, de 19 años, quien llegó a La Sabana desde el mediodía y no paró de bailar en toda la tarde.
Este martes también fue especial para Wílliam Fallas, la voz detrás de Agárrense de las manos , quien 26 años después de haber compuesto este tema, tuvo la oportunidad de subir al escenario para interpretarlo y escucharlo en las gargantas de miles de ticos.
Fallas estuvo también en el recibimiento a la Selección Nacional que se realizó en el parque central de San José en 1990. En aquella ocasión, él y su banda La Nota eran los únicos invitados y tuvieron que tocar durante tres horas seguidas. Según recuerda, tocaron Agárrense de las manos hasta 20 veces.
Ayer, en cambio, solo le dieron tiempo para cantar su pieza más icónica, aunque el mes pasado lanzó el álbum Le cantamos a la Sele .
“Yo diría que en los años 90 talvez era menos gente, pero tenían la misma ansia de la canción, la disfrutaban igual. Como artista, se siente uno realizado. Si me pusiera a llorar, lloraríamos todos juntos”, aseguró Fallas.