Baltimore. Para los seleccionados hondureños, repetir la historia de la última Copa de Oro, eliminando a Costa Rica en los cuartos de final, no es algo que este pegado del cielo.
Aunque reconocen que será un partido difícil y que el equipo catracho no ha desplegado aún todo su potencial en el torneo, dejan claro que será en la cancha donde se dirá la última palabra.
“Sabemos lo que nos jugamos el domingo, nosotros les queremos ganar, como ellos a nosotros y lo que queda es hablar el día del partido y nada más. Ya se viene lo bueno del torneo, en cuartos de final es matar o morir”, aseguró el volante Jorge Claros.
Honduras arribó a la localidad de Baltimore la noche del martes y se hospedó de inmediato en el hotel Mónaco, su cuartel para estos cuartos de final.
Los catrachos tendrán un día más de descanso y aclimatación, previo al juego del domingo ante la Tricolor, incluso ayer por la tarde realizaron el primer entrenamiento en esta ciudad.
“El grupo está mostrando la actitud para enfocarse en el partido del domingo. Todas las veces que enfrentemos a Costa Rica en este tipo de torneos, es importante ganar. No es prohibido perder ante Costa Rica, pero vamos a dar la pelea y que gane el mejor”, afirmó el volante Andy Najar.
La delegación hondureña se encontró ayer en Baltimore con el exdelantero David Suazo, quien, curiosamente, está hospedado en el mismo hotel que la selección.
“Estos partidos entre Costa Rica y Honduras siempre tienen un sabor diferente y no se puede adelantar nada. Se sabe que puede ganar cualquiera de los dos, pero esperemos que nuestra selección pueda mostrar la hombría necesaria para sacar el triunfo”, dijo.