San Pedro Sula. Hay mucho respeto y rivalidad cuando los colores de Honduras y Costa Rica se topan dentro de un rectángulo de juego y más sí es un partido de eliminatoria en el que los catrachos se juegan su boleto al Mundial.
Ambos países dependen del fútbol para ahogar penas y así olvidar un poco cada situación.
Pero en las calles de Honduras, el ambiente apenas calienta.
Acá , aquella rivalidad y deseo de ver sufrir a los ticos, hoy queda de lado y el pueblo sampedrano abraza con orgullo esa rivalidad del clásico centroamericano.
Con mucho costo se visualizan algunos vendedores identificados con camisetas catrachas, eso sí, con solo escuchar un pito de automóvil caen en manada, al mejor estilo de un hormiguero.
Unos se asustan y prefieren no brindar declaraciones, mientras que los más animados vociferan a todo grito “los precios” de sus productos para el partido.
Cabe resaltar que a diferencia de Costa Rica, la policía solo revisa a los revendedores para chequear sí tienen tiquetes reales o falsificados, acá no hay sanción.
Con un par de vueltas por la zona de Circunvalación y el parque central, uno se puede dar cuenta de la mesura del ambiente.
Hay muy pocas banderas en los autos o camisas de la “H” recorriendo la caliente ciudad.
Tal vez afectó el asueto que dio el gobierno por el Día del Soldado y que la mayoría aprovechó para comprar ricos helados.
“El ambiente acá está poco movido, pero esperamos que en las 48 horas previas al partido comience a calentar.
“Los hondureños saben que Costa Rica viene jugando muy bien y que la selección hondureña no depende de nadie para clasificar”, indicó Selvin López, vendedor de camisetas de la “H” en una esquina del parque y que rondan las 180 lempiras (¢3.600).
Sin serenata. De momento, San Pedro Sula luce bastante tranquilo en cuanto a ambiente de Hexagonal final, esto pese a que los boletos se vendieron en 48 horas.
El viernes el estadio Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula, lucirá abarrotado y las cerca de 38.000 almas generarán un cálido ambiente que se sumará a los 30 grados centígrados que se esperan para ese día por la tarde.
Nadie ha confirmado si a la Sele le llevarán serenata al hotel el jueves por la noche, aunque los catrachos niegan rotundamente que preparen cánticos, ni que planeen llegar al Hotel Hilton Princess. Pero eso está por verse.
A la llegada al aeropuerto, no habrá ningún protocolo especial, solo una simple escolta rumbo al hotel. Honduras vive las horas previas con cautela, confiando en sus jugadores y abrazando con cautela a Costa Rica, pues saben que podría ser el único aguafiestas.