Las mejores cosas son las que no se planean y quien estuvo en el recibimiento de la Selección Nacional hace un mes en el aeropuerto y también estuvo en el homenaje de ayer, puede que piense igual...
Hubo muchos factores en juego tanto en esa gloriosa madrugada cuando arribó la Sele de Jamaica, como en la soleada mañana de ayer en el Estadio Nacional.
Está bien, era un lunes antes de mediodía y muchos estaban trabajando, pero recordemos que la clasificación se obtuvo un martes y que medio Costa Rica (sino más) festejó toda la madrugada sin importar el día siguiente.
Bueno, probablemente todo fue por la adrenalina del momento.
Ayer la joya de La Sabana lució a menos de medio llenar y la mayoría de asistentes eran estudiantes, pero era entendible por la hora en que se realizó la actividad (10:30 a. m.).
La presidenta de la República, Laura Chinchilla, tomó la iniciativa para agradecer a los jugadores por otro mundial, sin embargo el homenaje resultó bastante gris para el logro de esta Tricolor .
Esta Sele es la segunda de la Hexagonal, es el equipo más goleador de la Concacaf y el que menos tantos ha recibido, y se calificó a Brasil con dos fechas de anticipación.
Por eso el gracias que se le dio por parte del Gobierno parece que quedó corto... muy corto.
“Es un merecido reconocimiento para ellos que tanto lo merecen, nos hubiera encantado hacerlo un sábado”, dijo la mandataria.
Chinchilla justificó que si el acto se realizó un lunes y no un fin de semana, “fue para no afectar la agenda de entrenamientos de la Selección”. Pero, ¿y lo demás?
La actividad fue corta, con pocos atractivos para el público asistente y muy desordenada. Con todo respeto, pero parecía como si todo se hubiera planeado un día antes.
El máximo atractivo fue cuando los jugadores patrios salieron a escena, Bryan Ruiz agradeció con unas palabras, Jorge Luis Pinto hizo lo mismo y todos hicieron la vuelta olímpica. ¡Eso fue todo!
Los niños que acompañaron a los seleccionados en la gramilla fueron los únicos beneficiados, pues llenaron sus camisetas de autógrafos y sus cámaras de fotos.
Sin embargo, ese carisma de los seleccionados con sus seguidores, más la ambición de niños y periodistas por conseguir lo que cada quien necesitaba, terminó en una mezcolanza tirando a desorden.
Los ídolos fueron retirados por la seguridad y de inmediato el reducto quedó casi desnudo, por lo que el grupo musical Percance pasó prácticamente desapercibido.
A pesar del desorden, a pesar de lo flojo del evento, los jugadores se mostraron felices por el cariño.
“Hay que agradecer a los que pudieron venir, esto nos motiva mucho”, destacó Keylor Navas.
Así fue el homenaje de la Tricolor: bastante gris para el logro de ya estar calificados al Mundial.