Fortaleza. A diferencia de los sucedido en ediciones anteriores, México padeció en Brasil su derrota más dolorosa, su eliminación más cruel de un Mundial que prolonga el maleficio de los octavos de final.
Son una losa los octavos para la historia del fútbol mexicano. La padecida en el estadio Castelão de Fortaleza es la sexta ocasión consecutiva en que el combinado azteca se queda a las puertas de los ocho mejores del mundo, algo que solo consiguió en dos ocasiones como anfitrión, en México 1970 y 1986.
La fractura de tibia de Héctor Moreno es la principal y más grave secuela del viaje de vuelta emprendido por la selección. El central del Espanyol estará cuatro o cinco meses fuera de los terrenos de juego.
Algunos consideran su lesión como clave en la derrota ante Holanda. El zaguero tuvo que abandonar el campo justo antes del descanso y a partir de ahí México cambió: cedió terreno tras su gol y perdió el control del balón.
Fue una eliminación dolorosa, centrada en las culpas al árbitro portugués Pedro Proença, en el “teatro” de Robben o en ese nefasto maleficio en octavos.
“De cuatro partidos hemos tenidos tres con arbitrajes desastrosos, con tres clavados. Cuando mandan a un árbitro de una misma confederación del equipo que está jugando, las decisiones dudosas siempre van en contra de México”, dijo el técnico Miguel Herrera.
Buena cara. México fue una de las grandes sensaciones de la primera fase, arrebatándole a Croacia el boleto pese a que muchos lo apuntaban con el favorito para los octavos por detrás de Brasil.
Con la victoria mínima ante Camerún, el celebrado empate 0-0 frente a los anfitriones y la victoria inapelable ante los europeos (3-1), los dirigidos por el Piojo Herrera avanzaron invictos, con cuatro goles a favor y uno solo en contra.
Pero la desgracia se cebó contra el Tri , que se quedó a dos minutos de lograr su sueño. En el 88’ le ganaba a Holanda, pero un error defensivo y un penal en el descuento privilegiaron a los tulipanes y condenaron a los norteamericanos.
“No estuvo en nuestras manos la decisión de seguir. En Alemania 2006, México fue mejor en octavos que Argentina, pero un golazo de Maxi Rodríguez nos dejó fuera. Pero hoy no fue así, no hubo un golazo, fue una mala decisión arbitral” , resumió Miguel Herrera.