San José (Redacción). Todos los caminos en San José llevaban a la plaza de la Cultura.
Jovénes, niños, ciudadanos de oro... todas las personas estaban reunidas bajo el manto de la bandera de Costa Rica. El l ambiente no pudo ser mejor o más eufórico cuando se cantó el Himno Nacional, cuyos decibeles hicieron retumbar Cuesta de Moras.
Pero el extasis se dio cuando Bryan Ruiz marcó el tanto costarricense, al minuto 44.
En ese momento el lugar sencillamente estalló y las trompetas pasaron de valer ¢500 a ¢1.000 cada una.
Apenas terminó el primer período, la gente se dispersó entre cánticos y sonrisas; se dirigieron a las cantinas, con la promesa de volver para la segunda mitad.