El bullicio de San José y la tensión de la Copa Centroamericana quedaron atrás. El técnico de Panamá Julio César Dely Valdés se relaja y nos atiende en el lobby de un hotel.
–“¿Quieres ir al sector de la piscina o te sirve mejor acá?”, ofreció Dely Valdés. Su humildad y cordialidad salieron a relucir pronto.
El seleccionador panameño accedió a la entrevista exclusiva con La Nación apenas un par de horas después de haber terminado en el quinto lugar de la Copa Centroamericana de la Uncaf.
De inmediato hubo cambio de casete y analizó el juego eliminatorio del 6 de febrero ante Costa Rica.
El técnico aseguró que fue algo un poco extraño estar durante 15 días en el país que precisamente enfrentará en el debut de la hexagonal eliminatoria.
“Más o menos a nivel de prensa, sobre todo la local en algún momento manejó o dio más importancia el tener a Panamá aquí en Costa Rica, dándole más hincapié a lo del 6 de febrero que a la Uncaf.
“La eliminatoria no tiene nada que ver con la Copa Centroamericana, es un torneo diferente donde todas las selecciones querrán llegar lejos, y es normal que quieran darle un poco de importancia. Nosotros lo hemos vivido lo más normal posible”, explicó Julio César.
De su rival, Costa Rica, Dely Valdés solo tuvo palabras de respeto, pero de una vez avisa que van con todo ante la Tricolor.
“Panamá es la única selección de las seis que no ha clasificado a un Mundial, el resto son todas muy complicadas. Costa Rica es una selección que merece mucho respeto porque en estas instancias finales siempre es candidata a clasificarse, así es que nosotros la afrontaremos con ese respeto”, enfatizó.
Sin dar pistas. El destino no le permitió a Costa Rica y a Panamá enfrentarse en la Copa Centroamericana, situación que ayudó a ambos a no brindar pistas de lo que será el juego del miércoles.
Sin embargo, para Dely Valdés no hay comparación entre un juego eliminatorio y uno de la Copa.
“Al final si nos hubiésemos topado con Costa Rica yo no podría comparar el partido con el del 6 de febrero, son dos cosas diferentes, situaciones distintas, seguramente también jugadores distintos.
“Entonces no tendría nada que ver, a mí en lo personal sí me hubiese gustado enfrentarme a Costa Rica, pero al mismo tiempo sabemos de que no tendría comparación una cosa con la otra”, dijo el canalero.
Ante la pregunta de cuánto cambia vivir una eliminatoria como técnico a hacerlo como jugador, el temible delantero que brilló en Uruguay y España tomó un respiro, fijó su mirada y recordó.
“Oh, cambia mucho, mucho. La verdad que no tiene nada que ver una cosa con la otra. Mayor responsabilidad porque uno como jugador a lo mejor no se tenía que preocupar de tantas cosas. Uno como entrenador se tiene que preocupar de 20 y tantos jugadores, intentar contentarlos a todos y eso es un tema casi imposible”, concluyó.