Santos, Brasil. Jugar en la Arena Pernambuco de la ciudad de Recife no es fácil. Es un estadio caliente, al que se le escurre por cualquier rendija la humedad de la zona nordeste de Brasil.
Tal escenario podría causarle problemas a Grecia, un equipo europeo que definitivamente no está acostumbrado a ese tipo de clima tropicalizado.
La Selección Nacional fue testigo del desgaste que sufrió Italia en ese mismo estadio el pasado 20 de junio en aquel histórico partido que se ganó por 1-0 con gol del capitán Bryan Ruiz.
Ese día varios jugadores de la Azurra terminaron caminando en el campo. Uno de ellos fue el defensor Giorgio Chiellini, quien pasó los minutos finales intentando recuperar la respiración.
No fue el caso de los jugadores ticos, quienes corrieron sin parar hasta el pitazo definitivo de Felix Byrch de Alemania.
Quedó evidenciado que la preparación de los primeros en la ciudad veraniega de Florencia no fue la suficiente, mientras que la de los segundos en el Proyecto Gol de Santa Ana, bajo el abrasador sol de la localidad, sí.
Algo similar podría ocurrir el domingo por los octavos de final del Mundial Brasil 2014.
Los helénicos hicieron su campamento en su país en mayo, cuando la temperatura promedio es de 20 grados centígrados. Luego estuvieron solamente una semana en Estados Unidos, adonde tuvieron un par de amistosos antes de viajar a Brasil.
Temperatura. No obstante, el meteorológico de Recife reporta que el clima de esta semana ronda los 26 grados centígrados. Además, los noticieros señalan que está lloviendo a menudo, incrementando tal sensación de calor y humedad.
Su única ventaja es que el duelo será a las 5 p. m. de Brasil y no a la 1 p. m., como contra los italianos.
Inclusive, el presidente de la Federación Costarricense de Fútbol, Eduardo Li, explicó que tanto él como el cuerpo técnico comentaron que el factor será importantísimo pues puede afectar a los helénicos mucho más de lo que le hubiese hecho a Costa de Marfil, que era la otra opción a enfrentar.