“Camerún tiene mucha culpa de que el Planeta Fútbol mire actualmente con mejores ojos al balompié africano”, reza un artículo de FIFA.com dedicado a Camerún.
Acierta el sitio oficial del ente rector del fútbol mundial con el dibujo camerunés.
Recordemos que fue en 1990 cuando Camerún asombró al mundo: en el partido de apertura del Mundial se trajo abajo a la Argentina, a la sazón campeona, con todo y Diego Maradona en la cancha.
Fue el primer gran batacazo del fútbol de África, pues en España 1982 ya dio un aviso.
En aquel año, los mismos cameruneses se quedaron en la primera fase solo por el gol diferencia (pasó Italia, a la postre monarca) y sin perder un juego.
Además, en ese mismo torneo, Argelia venció en su debut a Alemania Occidental, 2-1; no avanzó de ronda por el vergonzoso pacto de no agresión en el juego entre Austria y los alemanes, que les dio la clasificación a ambos.
En aquel 1990, Camerún forjó su leyenda de Leones Indomables al llegar a los cuartos de final ante Inglaterra: si los ingleses no echan todo en ese juego, se quedan.
Sin embargo, desde entonces, y a pesar de las expectativas y la fama, los cameruneses no volvieron a superar la primera fase de una Copa del Mundo.
La misión del equipo liderado por Samuel Eto’o –quien vive un gran momento en el Chelsea inglés– es avanzar de ronda y darle contenido de certeza a su nombre de guerra futbolero.
Enmarcado en el grupo A del Mundial, los cameruneses se verán las caras con el anfitrión Brasil, Croacia y México.
Dando por descontado el primer lugar de la zona para la Seleçao –si eso no sucede, será una sorpresa enorme–, la lucha de los Leones Indomables será “a cara de perro” con aztecas y balcánicos.
Esta será su sétima participación mundialista: es el equipo africano con mayor cantidad de presencias en la máxima cita de este deporte.
Punta de lanza. Al hacer el repaso de los nombres cameruneses para hacer la faena, salta el de Samuel Eto’o como referente.
El delantero del Chelsea de Inglaterra, con una carrera repleta de goles en el Viejo Continente –especialmente en el Barcelona– es uno de los atacantes más peligrosos del mundo: un descuido y el “9” vacuna al portero rival.
Con Eto’o los Leones Indomables ganan en confianza. Recordemos que en el 2012 el atacante había renunciado a jugar con Camerún; regresó en el 2013 para ayudar con la clasificación mundialista.
Amén de Eto’o se pueden citar los nombres de Alexandre Song, Stéphane M’Bia –llamado La Roca– y el meta Carlos Idriss Kameni.
Con Kameni es inevitable traer el recuerdo del legendario Thomas N’Kono, el guardapalos de aquellos legendarios Leones Indomables de 1982 y 1990.
Juega en el Málaga de España y fue campeón olímpico con solo 16 años en Sídney 2000.
Camerún desea torcer el destino esquivo, dejar de lado las divisiones internas, olvidar el papelón del 2010 y renovar su páginas mundialistas, ya algo amarillarentas.