Río de Janeiro. AP Arjen Robben indicó ayer que el penal que dio la victoria a Holanda contra México fue claro y matizó que unas declaraciones que dio sobre si pudo fingir la caída se han malinterpretado porque se refería a una jugada de la primera mitad.
El volante holandés cayó de manera exagerada en un contacto con Rafael Márquez dentro del área y consiguió que el árbitro sancionara el domingo un penal en tiempo de reposición.
El artillero Klaas Jan Huntelaar convirtió para culminar la remontada de Holanda ante México en los octavos de final de la Copa del Mundo, su tercera remontada en Brasil 2014.
Según algunas versiones de prensa, Robben confesó que se había tirado y el técnico mexicano Miguel Herrera culpó al colegiado portugués Pedro Proenca de la derrota. Pero el extremo del Bayern Munich precisó que ese “piscinazo” fue en la primera mitad y no en la acción del penal, que fue muy claro según Robben.
“La honestidad parece que se castiga”, dijo Robben en conferencia de prensa. “Hubo una falta en la primera mitad en la que fui al suelo sin que me tocaran y pedí disculpas por ello, pero no tiene nada que ver con el penal”.
“Fue un penal claro, una falta clara y no hay discusión. Es una pena que esto tape el gran partido de hizo el equipo”, agregó.
La selección de Louis van Gaal triunfó 2-1 a México y se enfrentará a Costa Rica en los cuartos.