Panamá. Atrás quedo la “Marea Roja” para darle paso en Panamá al “Tsunami Rojo”, una pasión que desborda toda emoción y que antes estaba controlada, pero ahora ha ganado frenesí.
Con una fuerza puesta de manifiesto desde el inicio de las eliminatorias, los panameños esperan con ansias el llamado de la selección para el próximo miércoles, en un estadio que promete convertirse en un infierno rojo.
Ni la llamada ley de los símbolos patrios ha mermado la euforia local, con una prohibición que podría entrar en vigencia en las próximas horas y que mantiene en estado de alerta y disgusto a una afición que podría tener que dejar la bandera tricolor en su casa.
Aún así, la venta de boletos para esa primera parada en el calendario ha sido todo lo que se esperó por las autoridades panameñas.
Para el partido ante Honduras del pasado 12 de octubre, los 27.000 boletos puestos a la venta dentro de la capacidad del Rommel Fernández, que está cerca de los 32.000 aficionados, fueron comprados en una preventa histórica en solo diez días.
Ahora la totalidad del reducto no ha sido vendida, pero nadie duda de que, a pesar del irregular proceso de venta, el templo del futbol nacional estará nuevamente repleto para marcar otra taquilla histórica en asistencia y recaudación, que se espera supere el medio millón de dólares.
En esta ocasión, para el juego frente a la Tricolor, la primera venta especial fue del 27 de diciembre anterior al 1°. de enero de este año, siendo un movimiento lento y solo aprovechado por los miles de costarricenses que abarrotaron el país para las compras de fin de año.
La ocasión estuvo acompañada por la confusión general de los fanáticos panameños debido a que la federación local dispuso de una venta especial del paquete de los cinco partidos eliminatorios, cuando se jugara como local.
Sin embargo, se espera que la afición local responda de la misma forma que la última vez: arrasar con la mayor cantidad de boletos de los $15 a los $75 en la segunda y última preventa, la cual reabrió el pasado 12 de enero.
Por eso la cifra de ticos se espera que ronde los 6.000, el resto del aforo lo llenarán las almas de esos que forman el “Tsunami Rojo”.