Brasilia. AFP El técnico Alejandro Sabella dio en el estadio Mané Garrincha de Brasilia un paso fundamental para emular a Carlos Bilardo, al colocar a Argentina en las semifinales de un Mundial por primera vez en 24 años.
Antes del crucial choque de cuartos de final, instancia que Argentina no superaba desde Italia 1990, Sabella se la jugó y metió tres cambios de entrada en su once titular, una apuesta que le salió bien con un tempranero gol de Gonzalo Higuaín y solidez para aguantar el resultado.
“Es una gran alegría por este gran plantel, por la gente, por mi familia y por todo”, dijo el técnico, destacando que su equipo jugó el sábado su “mejor partido” en lo que va de Brasil 2014.
Alfio Basile, Daniel Passarella, Marcelo Bielsa, José Peckerman, Diego Maradona, Sergio Batista: desde el subcampeonato del 90 Argentina probó con entrenadores de perfil completamente diferente y el resultado fue decepcionante, más allá de dos Copas América (91-93) y dos medallas de oro olímpicas (Atenas 2004 y Pekín 2008).
En el medio hubo eliminaciones rápidas (primera ronda en Corea y Japón-2002) o manchadas de escándalo (octavos de final de EEUU 1994 y el dopaje positivo de Maradona), además de tres traumáticas en cuartos de final, como la derrota en el útimo minuto ante Holanda (1-2) en Francia 1998, los penales fallados ante Alemania en casa de ésta en 2006 y la paliza de los germanos (0-4) en Sudáfrica 2010.
Por eso, a los 59 años, Alejandro Sabella llegó a Brasil no solo con la presión propia de entrenar a una selección que forma parte de la élite del fútbol mundial, sino también con la urgencia de terminar con 24 años sin llegar a semifinales para la bicampeona de Argentina 78 y México 86.
Para cumplir con ese objetivo, Pachorra, que en el argot argentino ilustra a quienes suelen ser “lerdos, tranquilos y silenciosos”, confió en seguir la receta aprendida de su maestro Carlos Bilardo, colocando el equilibrio por encima de la técnica individual y priorizando la estructura grupal.
Pero, además de eso, como Bilardo con el “barrilete cósmico” Maradona en México 1986, Sabella tiene en sus manos a Lionel Messi, considerado el mejor jugador del mundo y el as de espadas de los argentinos en esta época.