En el momentoen que se acabaron los penales, cuando Holanda ganó el juego y la Selección Nacional terminó su paso por el Mundial, Samuel Espinoza le dijo a su esposa, Johana Arguedas: “Nos vamos a recibir a la Selección Nacional”.
Desde Esparza, donde vive hace ocho años, este panameño “armó” una buseta en la que 11 familiares, incluida su esposa y dos hijos, se desplazaron a San José. “Estamos acá desde la 1 p. m., se vino mi cuñado, Víctor, la esposa, Vanessa, mi hijos, Samuel y Daniel, y seis más”, expresó Espinoza ayer en medio de un tumulto en que moverse era imposible.
Y es que las ganas de recibir a la Tricolor , y dejarle claro el amor que le profesan, hizo que ayer unos 200.000 costarricenses, según estimación de algunos organismos estatales, se conglomeraran en frente a la estatua de León Cortés, donde anoche arribó la carroza que llevó a los “héroes”.
“Soy panameño, pero estoy full con la Selección, me siento como un tico más”, indicó Espinoza.
El canalero señaló que la decisión de llegar a la capital y pasar más de seis horas de pie esperando en el Paseo Colón, es “porque lo que hizo la Selección es impresionante, es una enorme alegría para toda la región, no solo para Costa Rica, sino para todos los latinos que nos emocionamos al ver los partidos que jugaron, y cómo los jugaron, es lindísimo ver al país así”.
Siempre apoyando. Y es que la pasión que siente por el blanco, azul y rojo, pese a no haber nacido en suelo tico, provocó que Espinoza y su familia decidieran salir a las calles de Esparza a festejar la excelente labor tica en Brasil 2014.
“Fuimos los únicos en toda Esparza que salimos a celebrar lo que hizo la Selección, como le dije, esto es lindísimo, es perfecto para todo Costa Rica”, comentó.
El panameño, quien labora como vendedor en un centro comercial en el pueblo porteño, dijo que apenas terminara al festejo, a la hora que fuera, se devolvían a Esparza, “por la Sele y el cariño que le tenemos esto vale la pena”, dijo.