En la Selección Sub-17 nadie se queda sin jugar, al menos en el grupo de futbolistas de campo.
En cuatro juegos disputados en Chile 2015, el técnico Marcelo Herrera utilizó a todos sus jugadores de cancha, una estadística que no suele ocurrir con las selecciones en un Mundial y que no había sucedido con Costa Rica en ninguna de sus citas.
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Desde muchachos que suman los 360 minutos completos, por los cuatro compromisos, como el portero Alejandro Barrientos, el lateral Luis Hernández y el central Pablo Arboine, hasta jóvenes que tienen un minuto como Alonso Solano, o Aarón Murillo, con 34 minutos.
Además, el estratega argentino ha sorprendido en sus formaciones, porque realiza al menos un cambio (y hasta cinco) de partido a partido.
Por ejemplo, entre los duelos ante Sudáfrica y Rusia varió su delantera; contra los africanos saltó al campo con Andy Reyes y Jonathan Martínez, y frente a los rusos se inclinó por Barlon Sequeira y Sergio Ramírez.
Igualmente, contra los coreanos volvió a cambiar su formación, pues hizo cinco variantes con respecto al juego ante europeos. Por último, ante Francia hizo debutar a Yostin Salinas y otra vez aparecieron los cinco ausentes ante Corea del Norte.
“En los mundiales, por lo general juegan 15 futbolistas, además de los porteros. Marcelo preparó a una selección completa. Conversé con él, me dijo que esto está comenzando y lo bueno es que va a tener a todos sus jugadores para los cuartos de final. Llegará sin lesiones”, indicó Rodolfo Villalobos, jerarca de la Fedefútbol.
“Este es un grupo muy unido, estoy seguro de que lo daremos todo para repetir el desempeño tenido ante Francia y seguir por la meta”, dijo el volante Roberto Córdoba al sitio web de la FIFA.