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Costa Rica brilló, así de simple. Un juego casi perfecto para las luminarias ticas, entonadas desde el pitazo inicial cuando se encargaron de poner en aprietos a México con una clara propuesta en ataque, hasta el cierre cuando se defendieron con las uñas para sostener la victoria.
El mejor partido de Costa Rica en el Preolímpico de Concacaf llegó en el momento idóneo.
Con maestría en la ejecución de las acciones de peligro, y solvencia para rellenar los espacios en defensa a e impedir que las aztecas crecieran en su idea.
La Sele aprovechó la velocidad y el desequilibrio de Melissa Herrera por el costado derecho, la claridad de Shirley Cruz para bajar y subir las revoluciones en el mediocampo y la calidad de Raquel Rodríguez para desmantelar la retaguardia rival.
La Tricolor fue superior y rápidamente encontró su premio, cuando Rodríguez remató fuerte y colocado en apenas seis minutos para abrir el marcador.
El gol terminó de soltar la propuesta de Costa Rica.
La Nacional encontró en las laterales Diana Sáenz y Lixy Rodríguez las socias ideales para Raquel y Shirley, las dueñas de la pelota y grandes pesadillas de México, cuando Costa Rica se inclinó por las transiciones rápidas para generar peligro.
La Sele tuvo la capacidad de utilizar dos vías de ataque; fue claro con el balón en su poder, pero también contragolpeó, y puso a sufrir a las aztecas en varios lapsos del compromiso.
Herrera insistió con la media distancia, Raquel también generó dos ocasiones de peligro buscando el balón a los espacios y anticipando a la zaga del Tri. Antes del minuto 30’ de la complementaria, Costa Rica sumaba 11 jugadas de peligro contra solo una de las mexicanas.
El segundo tanto parecía ponerle la lápida al juego; a la goleadora Raquel Rodríguez le cometieron una falta dentro del área y con un buen cobro puso el 2 por 0.
Después del segundo tanto, vino el sufrimiento. México se fue con todo su arsenal arriba, y la Mayor equivocó su juego al retroceder demasiado las líneas.
La Sele se dedicó a defender con uñas y dientes, pero las aztecas encontraron el descuento, con un buen gol de chilena de Maribel Domínguez, cuando le restaban 11 minutos al cotejo.
El sufrimiento fue la tónica del cierre. La portera Dinnia Díaz pasó de la calma a la angustia.
Sin embargo, con el gol, las nacionales se despabilaron, y empezaron a retener el balón, a abrirlo por los costados, y a repeler los ataques rivales a trompicones.
Con angustia, Costa Rica sostuvo el resultado. La defensa comandada por Carol Sánchez y Wendy Acosta se plantó firme para evitar la caída de su arco.
Logró un triunfo que le permite avanzar a semifinales del torneo, donde enfrentará a Canadá o Trinidad y Tobago.
Es una victoria que ilusiona, pues la Tricolor mostró una evolución clara en su idea de juego, y una estructura defensiva distinta a la del primer cotejo, en el que fue goleado 5 por 0 ante Estados Unidos. Es otra Costa Rica.
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