En el libreto de Óscar Ramírez, la figura de Patrick Pemberton está en un lugar de privilegio; tan importante es, que en el inicio del mayor desafío de su carrera, lo eligió para resguardar el arco de la Sele por encima de un meta que juega fuera.
No es una decisión antojadiza. El manudo enfrentará hoy a Haití en el debut eliminatorio porque cumple características fundamentales que Esteban Alvarado aún no logra llenar.
En primera instancia, conoce a la perfección su librillo.
Durante su etapa en la Liga aprendió que Machillo considera fundamental que los centrales salgan jugando y, si es necesario, que se apoyen con el arquero para tener un respiro.
Tampoco es un detalle menor que Patrick entrenara durante casi dos años junto a la dupla Johnny Acosta y Giancarlo González, titulares hoy atrás.
También trabajó con Cristian Gamboa y Óscar Duarte en la eliminatoria anterior y en el Mundial de Brasil, y practica cada mañana con el carrilero izquierdo Rónald Matarrita en su equipo.
“Pemberton tiene un mayor conocimiento de nuestra intención de juego”, explicó Ramírez.
Cuando el rendimiento de dos cancerberos es tan parejo, son los pequeños detalles los que definen al titular y al suplente.
Tan es así, que el estratega nacional le da mucho valor a los únicos dos partidos que ha disputado Patrick en eliminatoria.
El exportero mundialista Álvaro Mesén lo comprende.
Dice que en una ruta mundialista se debe especular lo menos posible y aunque parezca poco, dos partidos pueden cambiar la perspectiva de un jugador sobre cómo disputar una eliminatoria.
“Él entiende su rol y cómo se juegan los partidos de este tipo, no así Esteban”, dijo Mesén.
También sabe lo que es cargar con la presión de reemplazar a Keylor Navas, pues así lo hizo en el primer partido de la última hexagonal ante Panamá, cuando Jorge Luis Pinto mandó al banquillo al hoy arquero del Madrid.
“Me he ganado ser el sustituto de Keylor. Yo creo que me hecho un nombre en la Sele y eso me da confianza”, dijo Pemberton.
Es cierto, Alvarado juega fuera del país con el Trabzonspor del fútbol turco, evidentemente a un nivel superior que el del balompié costarricense, sin embargo, son otros puntos los que están inclinando la balanza.
Uno es la regularidad. En esta campaña el siquirreño suma apenas cuatro compromisos, contra 16 de su compañero en la Mayor.
En la mente de Ramírez nunca hubo duda, incluso el día en que dio la convocatoria, ya tenía la decisión. Ayer lo confirmó, “su experiencia vale”, dijo el timonel.