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Rónald Matarrita, autor del 2-0 ante Trinidad y Tobago, da gracias a Dios luego la victoria de la Sele en la gramilla del Hasely Crawford. | AFP (ALVA VIARRUEL)
Ganar tres puntos de visita en una eliminatoria mundialista es similar a recibir una bocanada de oxígeno en una carrera de resistencia.
A fin de cuentas el premundial es eso, una prueba de aguante máximo donde nadie está excento a sufrir.
El botín con el que salió Costa Rica de Trinidad y Tobago tiene un alto valor por la dificultad que históricamente ha acompañado a la Sele en campo extraño.
Tanto es así que en un solo partido, la Mayor ya igualó el puntaje hecho de visita en la hexagonal rumbo a Brasil 2014.
En la fase decisiva hacia la pasada Copa del Mundo, el equipo patrio solo pescó tres unidades las cinco veces que jugó afuera de nuestro país.
Hacia Brasil, el entonces cuadro dirigido por Jorge Luis Pinto empató en Panamá, México y Jamaica. En este último duelo visó su pasaje mundialista.
El rendimiento de aquella selección llegó apenas al 20% fuera del Estadio Nacional.
Hoy, tras una sola presentación los hombres de Óscar Ramírez firmaron un inicio perfecto.
“Sacamos tres puntos de oro en una cancha muy difícil. Tuvimos un inicio ideal. No creo que todas las selecciones ganen acá (Trinidad y Tobago)”, declaró el capitán nacional Bryan Ruiz.
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El volante Christian Bolaños resaltó la importancia de iniciar con la victoria en el maletín.
“Esta selección está haciendo las cosas bien; queríamos empezar con el pie derecho y lo hicimos visitando a un rival que ha mejorado mucho”, dijo Bolaños.
Para encontrar la mejor productividad de visita de una Selección Mayor, en una hexagonal, hay que devolverse 15 años.
Sucedió en la primera era de Alexandre Guimaraes camino a Corea Japón 2002. Aquella Tricolor sólo dejó ir tres puntos de 15 para un 80% de rendimiento.
Tan difícil ha sido para Costa Rica pellizcar unidades lejos que para asistir a Alemania 2006 solo consiguió cuatro puntos, los mismos registró hacia su primera experiencia mundialista en Italia 90, aunque bajo un formato muy distinto a la hexagonal.
En el camerino de la Sele resaltan precisamente el precio de un triunfo en campo extraño.
“Arrancamos muy bien esta hexagonal haciendo historia con un triunfo en el primer partido”, expresó Rónald Matarrita.
“Ganar el primer partido, en condición de visitante, nos llena de confianza. Fue ante un equipo muy difícil por la velocidad que ellos tienen y en un clima muy complicado por su alta humedad”, agregó Rándall Azofeifa.
Una vez disputado el juego del martes frente a Estados Unidos, la agenda tricolor presentará un doble desafío, el 24 y 28 de marzo de 2017 jugará en México y Honduras, respectivamente.
Colaboró Cristian Brenes B.
