Con dos paradones, Esteban Alvarado confirmó que la Sele puede estar tranquila con los porteros a su disposición.
Si Navas es garantía y Pemberton se lució en Brasil, Alvarado no se quedó atrás anoche en el Nacional. En un mano a mano con Jonathan Rodríguez, evitó el gol de la igualada y, de paso, salvó a Pipo González. El zaguero –de destacada actuación– de nuevo había perdido la pelota en la parte baja de la zaga –como le sucedió ante Brasil–, pero esta vez, Alvarado logró que aquello no pasara del evidente enojo de González (con patada al poste incluida).
Para terminar de confirmar su nivel, Esteban mostró su valía con reflejos felinos y envió al tiro de esquina un cabezazo de Cristhian Stuani que parecía destinado al gol.
“Me sentí cómodo, estaba con ansias de jugar, estaba ansioso de jugar, era mi segundo partido acá y salgo muy contento porque ya extrañaba disputar un juego en casa”, confiesa el arquero.
A su criterio, el buen momento de la portería nacional “es un trabajo en conjunto”, en el que Gabelo Conejo también tiene mérito. “Nos afina cuando venimos. Este es un departamento que cuando no está uno, está el otro”.
Alvarado tan solo espera ahora ganarse la oportunidad en la eliminatoria, donde todos los rivales son de cuidado.