Dallas, Texas. Cauto como siempre ha sido, sereno y hasta modesto al hablar de sí mismo, Celso Borges asume su capitanía en la Selección Nacional con mesura.
Pese a que ya tiene bastante recorrido en la Tricolor , de que fue figura en el pasado Mundial y que se ha ganado el respeto de sus compañeros, Borges considera que lo suyo es pasajero, ya que el capitán “oficial” es Bryan Ruiz.
“Soy consciente de que este rol es por esta Copa, todos sabemos muy bien quién es el capitán determinado ya y el grupo de capitanes”, apuntó ayer poco después de arribar al hotel en Dallas.
Aunque la banda en su brazo llama la atención, el volante sabe lo que es la responsabilidad de ser capitán, pues antes lo había sido cuando dirigía Rodrigo Kenton.
“Ya he tenido la oportunidad de hacerlo en mi equipo y en pasadas ocasiones con la Selección, como en la Uncaf”, apuntó Borges.
Para el futbolista, el verdadero valor de ser capitán de una selección está en que la elección es grupal, no solo de una persona.
“Eso es lo que me tiene más contento... ahora hay que asumir el rol cuando toque, como le dije antes, sé que hay otros capitanes que lo han hecho super bien, pero en este momento es el rol que me toca”.
Con respecto a las funciones que tiene “su nuevo puesto”, el mediocampista señaló que lo principal es ser un facilitador en el grupo.
Dicha característica de comunicador, la cual dejó bastante clara cuando la Selección fue recibida tras el Mundial, lo pone en ventaja con otros, pese a que él, bastante ubicado, sabe que es temporal.