La frágil Selección de Omán se prepara para enfrentarse este viernes al nuevo proceso de la Tricolor y quién más preparado para analizar este juego que el entrenador brasileño Valdeir Vieira.
Badú dirigió a la Sele entre 1996 y 1997, y un año más tarde estuvo al frente del banquillo de Omán . Asegura que conoce a la perfección ambos estilos de juego, así como las características de sus jugadores.
En medio de un viaje desde Japón —donde dirigía al Kyoto Sanga— a Irán, el timonel sacó unos minutos para poner en perspectiva este modelo de fútbol asiático.
“Omán siempre ha sido la cenicienta del Golfo Pérsico porque los demás países comenzaron mucho antes a desarrollar su fútbol. Han venido de más a menos desde el 2004, cuando ganaron la Copa del Golfo. Ahora mismo así lo ven selecciones como Arabia Saudita, Kuwait, Qatar, Egipto. Emiratos Árabes y Bahrein, que son de esa misma región”, explicó Vieira.
Para el sudamericano, el biotipo del futbolista omaní es similar al centroamericano, pero este último goza de mucho mayor técnica.
“Por carácter y tradición, el futbolista costarricense es más individualista. Tiene tendencias brasileñas o argentinas y son más habilidosos”, agregó el estratega.
Además, Vieira destaca que una de las diferencias entre ambas estructuras futbolísticas radica en la inyección de capital económico.
“En Asia hay ligas muy fuertes en cuento a flujos de dinero, salarios, infraestructura y estos detalles definitivamente marcan diferencia para trabajar”, expuso.
La anécdota. Cuenta Badú que el 30 de octubre de 1998, bajo su mando, Omán logró la primera victoria en la historia de la Copa del Golfo, al derrotar, por 2-1, a Qatar.
“La Copa del Golfo es como un Mundial en esta zona. En esa época ellos no habían sumado ni un solo punto, ni un gol siquiera y luego de ese triunfo gozamos de una dimensión histórica muy grande. Esa noche hubo carnaval y el día siguiente el gobierno de turno declaró feriado para festejar”, recordó.
“Cuando llegamos al hotel donde estábamos hospedados, nos comenzaron a llegar faxes, telegramas, llamadas desde el país. En ese momento nos percatamos de lo que habíamos conseguido”, concluyó el siempre emotivo entrenador.
El brasileño dirigió este año al Kyoto Sanga en la Segunda División de Japón, pero su contrato finalizó en junio de este año, por lo que está de viaje unos días entre algunos países en Europa y Asia.
A sus 70 años confesó que tiene ofertas para dirigir en Japón, en China y en el propio Irán.