Redacción
El guión de Saborío en la Sele está cambiando: con tan solo 39 minutos jugados en los últimos tres juegos, todo indica que no será más el “9” titular indiscutible, pero sí un recurso útil.
En los cotejos amistosos de la Tricolor predominó el juego de elaboración, con desplazamientos rápidos de la mitad del campo hacia arriba, sin embargo, este estilo se ejecutó ante rivales dispuestos a irse encima de la Mayor, como es el caso de Colombia, España o México.
Esto podría variar radicalmente en Copa Oro cuando la Nacional enfrente a selecciones con murallas reforzadas y poca disposición de atacar.
En este tipo de compromisos es que el estilo de Saborío se vuelve fundamental, pues le da una variable distinta a la ofensiva de Paulo Wanchope, sobre todo para probar un juego directo.
“Él puede aportar mucho en los partidos en que se complique la forma de juego que está utilizando la Sele y cuando los rivales se encierren”, explicó el técnico Eduardo Méndez, quien lo dirigió en la ruta hacia Alemania 2006, cuando era asistente del técnico Alexandre Guimaraes.
El entrenador destacó que “Álvaro responde cuando los partidos son de verdad”, es decir, en los cotejos de alta exigencia, como los de la eliminatoria.
Mientras tanto, el técnico Marvin Solano afirma que el artillero debe ser visto como un relevo de peso pues en este momento no tiene la velocidad y la dinámica para ajustarse al estilo de juego que utiliza el combinado Mayor.
No obstante, reconoce la importancia de contar con un jugador de sus características para tener versatilidad en ataque y aprovechar el juego aéreo, sobre todo en las jugadas de táctica fija.
En los 11 cotejos de la era Chope, la Tricolor suma seis anotaciones en acciones de bola muerta; dos de ellas las marcó el delantero de 33 años.
Luchador. En la intimidad del vestuario de la Mayor, Saborío es visto como un líder y un jugador que siempre sale a la cancha a competir y a luchar.
“Él siempre tiene muchas ganas de triunfar pese a los problemas de las lesiones y a todo lo que ha vivido. Además, asume bien ese rol de experiencia que necesita el grupo para guiar a los más jóvenes”, agregó el zaguero Michael Umaña.
El defensor considera que el liderazgo del delantero será muy valioso para afrontar los momentos de tensión del plantel en el torneo del área; de igual manera, su aporte en la red puede ser fundamental.
“Si le toca jugar un minuto o 90 siempre es el mismo, quiere ganar”, concluyó Umaña.