Costa Rica llega, inmediatamente después de la hazaña del 2014 en el Mundial Mayor de Brasil, a otro quinto partido en una copa del mundo, esta vez con los muchachos de la Sub-17.
Además, dejando en el camino a la campeona de Europa en esa categoría: Francia.
Oh! La lá... Qu'est ce que c'est ça?... O en buen tico: ¿Cómo putas lo han hecho?
Obviamente cuando se da un resultado de esos, todo el mundo también se quiere poner la medalla.
Conozco bien esa historia. También me imagino la alegría de Marcelo Herrera y su familia.
Coincidimos en una reunión, antes de salir hacia el Mundial, donde, entre conversa va y conversa viene, uno veía la convicción en su trabajo y en el alivio de saber que al haber ganado el grupo regente actualmente en la Federación, él y su familia podían seguir el proyecto para el cual fue traído al país.
Porque él vino para reorganizar todas la selecciones menores de Costa Rica.
Ya conocía el entorno, producto de su paso por Alajuelense, pero desconocía los pasillos federativos. Muy diferentes al de un equipo.
Desde un comienzo y posterior a una "conchada", que le hicieron en el parqueo del Proyecto Gol, fue directo hacia al entonces presidente de la Federación y le dijo algo así como: " Usted fue el que me buscó y me trajo de donde estaba yo tranquilo en mi tierra. Así que, o me acuerpa o me voy ". Primera prueba superada.
Se sintió fuerte y fue exigiendo condiciones para poder trabajar a su manera; no a la de los otros. Sacó del escondite belemita donde estaba recogido por el amor, al profe brasileno Norton Cassol, pidió a dos ayudandes argentinos que conocen su forma de trabajo y lo asisten en todo, desde aspectos administrativos a videos.Y luego dio la bendición a la llegada de Briansse Camacho como auxiliar. O sea, pudo armar su grupo de trabajo de acuerdo a su conveniencia. Segunda prueba superada.
Le piden informes y planes, y él contesta: "Vengan a mi oficina y los ven en mi computadora".
Es decir: MANDA. Y un director deportivo y entrenador, si no manda, está listo. Es un Dios nos ayude. Lo perciben los jugadores, independientemende de la edad o categoría, lo reconocen la prensa y los dirigentes que hasta quieren opinar quién debe jugar. Tercera prueba superada.
De las aspectos futbolísticos que tiene ese grupo de muchachos, que ya también están haciendo historia, el que más me impresiona es el saber competir. El juego es juego siempre, y nunca se puede predecir quién va ganar.
Pero uno de los aspectos más importantes en el jugador que busca la élite, ese saber competir, es vital para que a veces la balanza se vuelque a tu favor. Dicen los psicólogos deportivos que: "Parte del placer del éxito procede del esfuerzo por lograrlo".
Los jugadores top repiten como un mantra: "Hoy supimos sufrir para ganar". Y ahí, para mí, aparte de las cuestiones meramente futbolísticas, de que si juega línea de cinco o cuatro, que si esto o aquello..., ese es el punto de partida para diagnosticar a un equipo y sus posibilidades dentro de un torneo, competencia o campeonato. Y vaya que que esos muchachos del Popeye la tienen.
Y eso es lo que contagia. Y más aún cuando son jóvenes.
Nuestra muchachada futbolística últimamente había sido muy puesta en duda por su rendimiento por la supuesta falta de compromiso. Lo que están logrando los dirigidos por Popeye Herrera hasta ahora, nos hace ver que de todo hay en la viña del Señor.
Y que en gran parte, dependiendo del insumo que se les dé, más aún si está cargado de espinacas, el futuro futbolístico con esta generación puede ser prometedor.