Preguntado por la AFP sobre el impacto de las acusaciones de dopaje acerca de cómo el público percibe a Lance Armstrong, Katherine McLane, una de los vicepresidentes de la fundación, dijo: “La gente todavía identifica a Lance como un sobreviviente de una experiencia terrible (cáncer) y eso no va a desaparecer”.
Caído en desgracia tras ser suspendido de por vida por dopaje, Armstrong renunció el miércoles a la presidencia de Livestrong, aunque dijo seguirá colaborando con esa organización.
“La gente aquí en la Fundación y la comunidad de pacientes con cáncer considera a Lance de manera diferente que el público en general, que lo ve como un ciclista. Ellos conocen a alguien que ha dedicado quince años para una causa noble y que dio 6,5 millones (de dólares) a la fundación”, aseveró McLane.
El texano, de 41 años, había vencido al cáncer en 1996 antes de ganar siete veces el Tour de Francia (1999-2005), pero la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) le privó en agosto de la mayoría de sus títulos.