El Tour de Francia se rindió este sábado ante el pedal de Nairo Quintana , el ciclista que le regaló a Colombia su página más dorada en la ronda gala precisamente el mismo día que celebra su independencia.
Amén de una catástrofe inédita en la despedida por los Campos Elíseos, la victoria en la penúltima etapa no solo le aseguró a Quintana las camisetas de montaña y juventud, sino que lo colocó a 133 kilómetros de un subcampeonato histórico.
Nunca antes ningún rutero cafetero, ni latinoamericano, alcanzó esa posición en el podio de la más importante de las pruebas que el ciclismo tiene en su calendario.
El único antecedente de esa categoría reposa hasta hoy sobre el recuerdo de Fabio Parra, aquel otro escarabajo que en 1988 se subió a la tercera plaza en París.
Quintana, co-equipero del tico Andrey Amador en el Movistar Team español, se llenó de gloria en la despedida de la montaña, una de las etapas más emocionantes que tuvo esta edición centenaria.
Y lo fue precisamente por el colombiano y su deseo incontenible de cerrar su primer Tour con una victoria de etapa y ese histórico segundo lugar general.
Quintana aprovechó los relevos, primero de Rui Costa y luego de Alejandro Valverde, para despegarse en el último ascenso de la fuga, a su rueda solo estaban para salir el líder y virtual campeón Christopher Froome (Sky) y su más habitual compañero de ascenso Joaquim Purito Rodríguez (Katusha).
Ayer sí, el trabajo con el español le permitió anular por completo a Alberto Contador, hasta entonces segundo y ahora cuarto general.
Purito también logró meterse al podio con su segunda plaza en la fracción, y Froome, quien quiso aprovecharse de ese esfuerzo en los últimos kilómetros, al final debió conformarse con la tercera casilla.
Fue así como la inédita llegada a Semnoz recordará a ese pequeño y joven colombiano como su primer conquistador, mientras que latinoamerica lo hará como su nueva leyenda en el Tour de Francia.
Mientras tanto, la ronda gala baja hoy su telón con una etapa imperdible por ese cierre acompañado del atardecer parisino.