Tokio, Japón. Bryan Tiquito Vásquez tiene una batalla previa antes su combate mundialista de este 31 de diciembre: debe vencer un par de libras que está arriba del peso permitido (130 libras).
El pegador costarricense se entrenó ayer a partir de las 9 a. m. (6 p. m. del jueves en Costa Rica) enfundado en un buzo térmico para pegarle a ese ligero sobrepeso y para ayudarle a sudar, ya que el poro, dado las frías condiciones de la capital japonesa, tarda más en abrirse.
Para el entrenador de Vásquez, Ezequiel Obando, la situación es completamente normal. “Estamos bien”, fue la sentencia del estratega de Tiquito durante la práctica matutina de su pupilo, realizada en el gimnasio Teiken, en el pleno centro de Tokio, que funciona como tal desde 1925.
Vásquez, de acuerdo con su manejador, Mario Vega, arribó a esta ciudad, el pasado lunes 24 , con cinco libras de sobrepeso,debido a que retuvo mucho líquido durante el largo viaje desde Costa Rica (que se inició el sábado 22).
El costarricense pelea el último día del año ante Takashi Uchiyama por el título en propiedad de las 130 libras (peso superpluma) de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Será la estelar de esta cartelera mundialista y se espera que ambos púgiles salgan al primer asalto a las 8:30 p. m. (las 5:30 a. m., hora de Costa Rica).
A la espera. “Sí, la verdad es que tengo ganas de un pintito y de un café que hace mi abuela, pero no puedo hacer las de otros deportistas de Costa Rica que se devuelven porque les hace falta el pinto”.
Las palabras salen de un Tiquito que afiló la mirada y puso un gesto grave conforme avanzaba en ese pensamiento.
En realidad, durante la práctica de la mañana ese gesto no cambió.
Basta que se le mencione a su rival, Uchiyama, para que la gravedad de las facciones se acentúen.
No se lo ha topado aún y posiblemente solo lo hará el día del pesaje, este domingo a las 2 p. m. (11 a. m. del sábado 30 en Costa Rica), pero la mirada se le afila y dice lo que para él es una verdad escrita en piedra: el título no es del japonés.
“Ya entrenamos en el gimnasio de él. Fue una bonita experiencia; hubo muchos reporteros que se interesaron en mí”, relató Tiquito
“La verdad es que deseo que llegué ya el lunes para reclamar lo que es mío y traerme ese supercampeonato para Costa Rica”, sostuvo el pegador nacional en el lobby del hotel Grand Palace, luego del entrenamiento, que se extendió por una hora y media.
De acuerdo con Vega, la prensa japonesa le da pocas posibilidades al Tiquito y hasta se le ve con cierto menosprecio.
“En siete peleas que tengo con Bryan, nunca lo he visto más fuerte y confiado. Ya no se siente ansioso, sino que se siente con muchas ganas de que ya sea la pelea”, apuntó.
Todo está vigilado por medio de su entorno. Lo que se come está estrictamente supervisado por la doctora Elizabeth Flores, vieja conocida del entrenador Obando. Es una pelea de campeonato mundial y un descuido es imperdonable.