La deliberada intención de mejorar su rendimiento de manera ilegal y el antecendente de haber sido castigado en 2010 por el mismo motivo, le depararon a Steven Villalobos la sanción más severa por dopaje en la historia del deporte costarricense.
El rutero estará alejado 12 años de la práctica profesional del ciclismo y de cualquier otra disciplina, pues la pena que se impuso es extensiva a todos los deportes.
La Comisión Nacional Disciplinaria Antidopaje le otorgó cuatro años más de la pena mínima que el reglamento dicta para casos como el suyo, pero muchos menos que la sanción vitalicia a la que la se exponía por su reincidencia.
Roy Sancho, presidente del órgano, aseguró que lo inédito de la situación y la severidad de extenderse a otras disciplinas fueron las principales razones para no castigarlo de por vida.
“Es algo que nunca se había tratado y ser de por vida lleva otra connotación. Steven no puede participar en absolutamente ningún deporte, no es que se sanciona por ciclismo y ahora puede dedicarse al triatlón.
“Por eso es que se tiene que hacer público, porque la idea es que todos los deportes tienen que saber que están sancionados”, dijo.
Ese castigo implica, por ejemplo, que no podrá recibir una beca del estado o participar de competencias oficiales como atleta, dirigente o entrenador.
“Ellos (los atletas sancionados por dopaje) son vistos como un mal ejemplo”, añadió Sancho.
La pena de Villalobos empezó a correr desde el 4 de abril pasado (cuando fue notificado) y se extenderá hasta esa fecha del año 2025.
Resuelto. Este miércoles la Comisión Antidopaje también dio a conocer la sanción de un año para Marco Salas (Coronado-Hotel Los Lagos) por dar positivo con Clostebol en un control antidopaje durante la pasada Vuelta a Costa Rica.
Según la Comisión, la pena fue menos severa puesto que Salas probó que no tuvo intención de doparse, sino que la sustancia ingresó a su cuerpo luego de una relación sexual con su pareja.
“Él hizo una defensa racional y logró que se le bajara la pena, no podíamos darle menos pues era una sustancia prohibida”, dijo Sancho.
El ciclista, por su parte, calificó la medida como injusta y aseguró que junto a su equipo llegarían a las últimas instancias para tratar de eliminar la pena.
Con este castigo se le puso fin a las notificaciones ticas en la pasada Vuelta, pues hace unos días también se sancionó con dos años a Paulo Vargas, Pablo Mudarra y Allan Morales (todos del BCR-Pizza Hut) también por consumir la sustancia GW-501516.