Solo 84 kilómetros se interponen entre Henry Raabe y su perseguida corona en la Vuelta Ciclista a Chiriquí, que este domingo se despedirá con un circuito plano con llegada y meta en el Parque de las Madres (David, Panamá).
El costarricense, figura del Coopenae-Movistar-Economy , defenderá hoy por décima y última vez la camiseta amarilla, esa con la que se vistió desde el primer día y que ya se vislumbra difícil que pierda.
Una vez más el tico demostró su buen momento con el triunfo en la contrarreloj individual, un pulso en el que se olvidó del reloj para enfocarse en el colombiano Julián Rodas, su más cercano perseguidor en la general y autor de una polémica en redes sociales que le puso picante a la previa.
“Hoy salí a disfrutar esta contrarreloj al máximo, tuve las fuerzas y pude salir con la etapa. Creo todos somos profesionales y a ellos (equipo de Rodas) se les olvidó eso, nos mantuvimos tranquilos porque las cosas se muestran en carretera”, aseveró Raabe al sitio crciclismo.com .
El Cañonero del Irazú superó por siete segundos al cafetero y con eso mantuvo intacta su diferencia sobre Rodas, un colchón de más de un minuto que se vislumbra más que suficiente para una etapa relativamente corta y que no debería decidir mucho.
Amén de un imprevisto, la despedida del giro chiricano también dejaría a José Adrián Bonilla metido en el podio general, pues es tercero con más de un minuto de ventaja sobre su compañero Marconi Durán, cuarto general.
La victoria le permitiría a Raabe llegar a la Vuelta a Costa Rica con la corona de Chiriquí encima de su cabeza, un aliciente para la difícil ronda costarricense.